De veras que veo en Francia un montón de cosas que me recuerdan cantidad a Portugal y muy poco a España. El aspecto de algunas ciudades con sus calles adoquinadas, los paseos marÃtimos en pueblos costeros, la gente echándose la siesta en los coches, la educación del personal en los chiringos (que ni gritan ni levantan la voz como se hace aquà habitualmente) y en Hendaya otro clásico luso: me bajo con la mesita a la playa y como allà mismo tan ricamente como un señor.
Ni toalla en la arena ni leches: mesita, sillas playeras, mantel, botella de vino en la arena, aire puro, brisa marina, buenas vistas… como en el mejor restaurante. Con lo que me gusta a mi lo de los picnics me parece que les voy a copiar el sistema. Luego reclinas la silla, te echas la siesta y el mundo hasta acaba pareciendo un lugar agradable para vivir.
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