Un viejo clásico de este blog son los toritos de Osborne. Hoy toca uno que se encuentra en Gumiel de Izán, Burgos, retratado camino de Madrid.
Ligera jodienda que al encontrarse al pie de la A-1 resulta un poco complicado pararse a sacar una foto como los cánones del retratismo mandan, asà que cámara a la parienta, ráfaga de fotos y alguna habrá que se deje ver.
La colección sigue y sigue aumentando. En Asturias tengo localizados otros tres a la espera de que me pase por la zona. A ver si antes de fin de año me dejo caer por esas tierras, que ganas de sidrina hay de sobra, y me vengo con alguno más en el repertorio.