En medio de una plaza de Torrelavega, y bastante cerca de la iglesia de la Virgen Grande encontramos la estatua de un paisano con una escoba.
Buscando información en internet, se trata de la estatua de Mero el barrendero. Según parece, Mero era una persona que se pasó la vida barriendo las calles y sonriendo a la gente. Cuando se iba a jubilar el alcalde le preguntó qué querÃa como regalo de despedida y Mero le dijo que un monumento. Dicho y hecho, el alcalde la mandó hacer y ponerla en un pequeño parquecito. El dorado de los cataplines supongo que será obra de algún gamberro con poca inteligencia y menos gracia.
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