Seve

El otro día se me acordó la peli en la que me tocó hacer de figurante y me fui al IMDB a ver si había alguna novedad. Fue echar una ojeada a la ficha de la película y quedarme de piedra… coño, a esta paisana no la vi yo por el rodaje…
Seve en Imdb
Algún gracioso (a mi no me miréis que yo no he sido) debe haber cogido un cartel de una película llamada «EVE», le ha pintado la S en tonos parecidos aunque le falla algo el tamaño, le disimuló cómo pudo un espadón a la protagonista y ha subido el cartel como si fuera de esta otra película. Si es que la gente es mala, mala, mala…
Cartel de Seve

En la Virgen del Mar

En estas épocas, día de sol y buen tiempo es día que rápidamente apetece irse a sacar alguna foto a una de las múltiples playas de la zona, respirar brisa marina y asolearse un rato que es buenísimo para la salud. Eso habitualmente, porque el día que pasé por la playa de la Virgen del Mar soplaba viento del este que traía consigo el aroma de la depuradora de El Mazo, un olorcillo asqueroso que debe ser de todo menos sano. Pero qué le vamos a hacer, la volubilidad del aire es lo que tiene, nunca sopla a gusto de todos.

La Virgen del Mar es una playa peculiar. En medio de una costa rocosa y acantilada aparece una llanura de arena. Esa es la playa. Lo de la derecha es una pequeña isla y entre ambas hay un canal por el que circula el agua.
Playa de la Virgen del Mar
Un puente de hormigón facilita la tarea de cruzar el canal. Bajo él se ven los restos del puente antiguo, en desuso desde 2002 que se contruyó la nueva pasarela.
Puente en la Virgen del Mar
Justo enfrente se alza la ermita dedicada a la Virgen que da nombre a la playa y a la vez es patrona de Santander.
Playa de la Virgen del Mar
Como ermita es bastante sencilla, nada ostentosa. Dentro está la imagen de la Virgen que según cuenta la historia fue robada en 1590 por unos piratas holandeses. Cerca de Castro Urdiales empezó una tempestad tremenda así que los holandeses la echaron por la borda pensando que el origen de la tormenta era el robo de la estatua. En vez de hundirse, dos antorchas fueron señalizando su posición hasta que un barco la recogió. Ríase usted de los argumentos de las pelis de Spielberg…
Ermita en la Virgen del Mar
Y a pie de playa otra construcción de las que más me llenan el ojo. Chiringuito rulez.
Chiringuito en la Virgen del Mar I
Un olor a rabas recién fritas invadía el ambiente a su lado, unos enormes sillones con voluminosos cojines me tentaban grandemente. Resiste, Juan Carlos, resiste, no caigas en la tentación de acomodarte, pedir una caña y unos pinchitos porque como te sientes no sacas más fotos en todo el día…
Chiringuito en la Virgen del Mar II

Cuidado, perros policías

Eso es lo que dice este cartel situado en lo alto de la península de La Magdalena, cerquita de la estatua de la telaraña. No sé si será verdad, pero ya van varias veces que asistimos a algún evento allí, salimos bastante más tarde de las diez de la noche y de momento no he visto ni a RinTinTín, ni a Rex, ni a ninguno de sus parientes. Menos mal, porque tras las experiencias vividas con los míos sé que por mucho que quieras correr frente a un perro la llevas clara. En estos casos sólo queda una opción: echar a correr y rezar porque quien te acompaña corra menos que tú…
Cartel de aviso

Unas risas en Cabárceno

Uno va a Cabárceno con intenciones de retratar bicherío en plan serio, como elefantes amenazadores trompa en alto, tigres rugiendo y monos saltando entre las lianas. Pero claro, día de calor es día que los herbivoros se pasan pastando tranquilamente, los felinos se tumban a la bartola, los elefantes tienen el cerebro en off y así no hay quien saque una foto interesante. Por si fuera poco parece que es llegar yo y empezar las tonterías, así que abundan las fotos jocosas y resultonas pero patéticas a nivel fotográfico. Pasemos a la primera. El recinto de los osos. Aquí el primo del osito Misha, como buen españolito que es lo tenemos a media mañana dedicado literalmente a rascarse los huevos.
Rascándose los huevos
Mientras retrataba al anterior, otros tres osos u osas (que no los distingo muy bien) estaban de lo mas acaramelado. En eso que uno se tumba panza arriba y las otras u otros dos… qué os voy a contar que no se vea en la foto, sólo fijaros en la cara del que está tumbado…
Sexo oral entre los osos
Señores padres, tengan ustedes cuidado de lo que ven sus hijos cuando los lleven a visitar los ositos de Cabárceno, que luego preguntan y menudo compromiso.

Nos vamos a junto de los elefantes. Hay unos carteles explicativos sobre los paquidermos que allí tienen alojados, su estilo de vida y sus principales amenazas. Como la gente es como es, alguien hubo ya que viendo la ocasión, tuneó el cartelito para aclarar ciertas cosas.
Cartel tuneado
Ampliamos el asunto por si alguien aún no lo ve claro. Y con toda la razón oiga, viendo en qué entretiene su tiempo libre algún elemento de la casa real española.
Ampliación del cartel

El Negresco

En Niza, probablemente el Negresco sea el hotel más conocido y de más renombre. Situado justo frente a la playa, cinco estrellas, ya os podéis ir imaginando lo que significa eso. Con desayunos a treinta euros por barba ya me hacía a la idea que se me escapaba ligeramente de presupuesto, pero ver cómo llegaba la gente en un Ferrari y le daban las llaves a un aparcacoches uniformado de paje medieval para que se lo llevara al garaje acabó por reforzar bastante esa impresión.

Uno de los días que pasamos delante habían iluminado la fachada con los colores de la bandera nacional francesa. Y no pasaba nada, nadie se extrañaba, como mucho se paraban a sacar fotos por lo colorido del asunto.
Hotel Negresco
En España debemos ser algo acomplejados y raros de carajo, porque si un hotel hace algo así apostaría que le cae la del pulpo. En Cataluña o el Euskadi no creo ni que se atrevieran, pero en el resto del país tampoco. Un poco triste, ¿no?

Grafitti playero

No es de este verano pasado, sino del anterior. Uniendo el contenedor que sirve de caseta a los socorristas de la Cruz Roja a un grafitero con buen gusto e intenciones de hacer algo más allá de las típicas firmas horteras y coloridas, al final sale una cosa bastante maja.
Grafitti playero
Si yo mandara algo por aquí, a todos los que estuvieran dispuestos a realizar obras por el estilo les financiaba las pinturas y los bocatas porque hace mucho más bonito ver algo así o un mural en medio de la ciudad que no un contenedor blancucho en la playa o una pared medianera chuchurría. Lástima que como no mando ni en mi casa, al final su gozo en un pozo y ni graffiti, ni mural, ni canciño que nos ladre.

Caspa y más caspa

No en mi, que por suerte ya pasé de largo esos problemas gracias a mi peinado de frente ultra-despejada, sino en la tele. Algo había oído sobre que el anuncio de la lotería de navidad era bastante malo y le estaban saliendo parodias a punta pala. Una cosa es oírlo, otra muy distinta verlo. El sábado a media tarde estaba espatarrado en mi sofá a punto de entrar en modo siesta tras agasajar al estómago con un pescadito al horno y su vino correspondiente. Todo era alegría en la viña del señor. La tele encendida. Craso error. Pusieron el anuncio de la lotería y después no fui capaz de pegar ojo. Dios mío qué cosa más rancia, más casposa, más anticuada y cansina. Sólo faltaba ver aparecer a José Luis Moreno con Monchito para acabar de rematarlo. Echadle una ojeada si tenéis estómago (ojo, aquí no se responde de posibles secuelas).


Claro, luego pasa lo que pasa, que la gente se lo toma a coña y monta la versión «terrorífica».

O la versión «Terminator».

Y aprovechando el típico trocito de la película «El hundimiento», se ríe un buen rato del anuncio.

Por favor… que el año próximo vuelva el calvo de la lotería y no perpetren otro engendro como éste. Bastante tenemos con la crisis y todo eso como para que nos hagan sufrir así…

Lluvia, nieve y sol

Domingo. Día ideal para hacer kilómetros y volver con un buen botín fotográfico. Pero lo que iba a ser un paseo normal por Cantabria adelante se transformó en un festival de elementos meteorológicos adversos y diversos.

Nos encaminamos hacia el hayedo del Saja-Nansa para hacer la visita anual y fotografiar los arbolitos con su colorido de otoño. Lo siento, pero este año os quedáis sin las típicas fotos en tonos verdes, amarillos y ocres porque hace unos días aún estaban demasiado verdes, vino el frío y el viento a lo bestia, acelerando sobremanera el proceso de deshojamiento de los árboles que pasaron a toda mecha del verde al marrón chuchurrío. Aquí se puede ver, unos aún verdes, los de la izquierda ya sin hojas, y en el suelo todo marron en vez del colorido habitual.
Hayedo del Saja II
Hartón de lluvia por el camino. Buscando rinconcillos se ven más colores, pero nada que ver con lo vivido el año pasado. Recuérdense las versiones uno y dos. Ni por aproximación se parecen la luz, ni los colores, ni ná de ná.
Hayedo del Saja I
Tras el hayedo seguimos subiendo camino del puerto de Palombera y las cosas empezaron a ponerse feas. Nieve a quintales a los lados de la carretera, niebla y suelo ligeramente deslizante. Avisado estaba que en lo alto del puerto se necesitaban cadenas, la idea era acercarnos lo más posible pero esto ya no son mis recordados Fontefría o Manzaneda, aquí la nieve es nieve de verdad.
Hayedo nevado
Llegados un poquito más adelante de la venta Tajahierro decidimos dar la vuelta. Entre la niebla, la nieve echándose sobre la carretera desde el arcen reduciendo el espacio disponible casi a un solo carril y que no le tengo cogido el puntillo a conducir sobre nieve con el coche de la parienta, optamos por la prudencia y emprendimos la bajada. Sabiendo que esa mancha oscura es un árbol, imaginaros más o menos la visibilidad. No se veían tres en un burro, ni aunque el burro lo tuvieras a dos metros.
Arbol en la niebla I
Aunque parezca que no, en estos casos aún se pueden aprovechar algunas fotos. A base de Photoshop se marca la nieve como blanco puro y el árbol como negro puro para aumentar contraste y hala, viva el minimalismo.
Arbol en la niebla II
Escapamos del hayedo, nos acercamos a Comillas y mientras contemplábamos el mar aparecieron unos breves rayos de sol entre las nubes para darle alegría a los tonos azules. Mira tú, hoy sólo nos falta un poco de granizo para completar la colección.
Muelle en Comillas

El torito de Gumiel de Izán

Un viejo clásico de este blog son los toritos de Osborne. Hoy toca uno que se encuentra en Gumiel de Izán, Burgos, retratado camino de Madrid.
Toro en Gumiel de Hizán I
Ligera jodienda que al encontrarse al pie de la A-1 resulta un poco complicado pararse a sacar una foto como los cánones del retratismo mandan, así que cámara a la parienta, ráfaga de fotos y alguna habrá que se deje ver.
Toro en Gumiel de Hizán II
La colección sigue y sigue aumentando. En Asturias tengo localizados otros tres a la espera de que me pase por la zona. A ver si antes de fin de año me dejo caer por esas tierras, que ganas de sidrina hay de sobra, y me vengo con alguno más en el repertorio.

Un apañito rápido

Seguro que con este título más de uno ya está pensando en guarrerías, pero no, siento decepcionaros. ¿Qué tenemos un ancla y una boya marítima que pesan como muertos y no sabemos qué hacer con ellos? Los plantamos en un parque y asunto arreglado.
Boya y ancla en el parque
Con lo bonitos que son, lo que adornan y lo bien que quedan así oxidaditos entre los bancos para merendar sería una pena no aprovecharlos, ¿verdad? Además si los pintarrajean, si los niños se suben encima, da igual porque no se pierde mucho. Y con ese peso seguro que no los roba nadie. Todo son ventajas, oiga.
Boya en el parque

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