Supermodernidades

El fin de semana que pasamos en San Sebastián nos alojamos en la «Pensión Alameda«. El vocablo «Pensión» en el nombre puede llevar a pensar que va a ser algo cutre y roñoso, pero nada más lejos de la realidad. Como no podía ser de otra forma, decidimos irnos de fin de semana a ultimísima hora. Busqué alojamiento en internet y entre lo poco que quedaba libre me encontré con esta pensión, en pleno centro de lo más interesante de la ciudad. Ideal para llegar, aparcar el coche y no moverlo hasta que te vayas. En Booking los usuarios lo puntúan con un nueve sobre diez así que debería estar bien y realmente cumplió todas nuestras expectativas. Habitaciones amplias e impolutas con baño propio amplio y limpio, que ya podían aprender en más de un hotel. Cama grande y cómoda. Wifi gratis. Agua gratis en el minibar. El personal, superamable sin llegar a ser cargante. Y la ubicación inmejorable, al bajar giras la esquina para entrar directo al reino de la gula, el casco viejo. El monte Urgull a un pasito. El Kursaal y el Ayuntamiento al lado. La Concha a dos minutos a pie. Calles comerciales para la parienta justo enfrente. Lo dicho, aparcamos el coche al llegar, no lo movimos y disfrutamos un montón caminando por la ciudad. Como contrapartida no es barata, pero encontrar algo barato en pleno centro de San Sebastián creo que entra dentro de la ciencia-ficción.

El detalle más llamativo de la Pensión era sin duda el ascensor. Madre mía, el de Los Picapiedra seguramente era más moderno. Pedazo verja en la parte exterior. Un cartelito indica «150 kg – dos personas». Dos personas delgaditas, y con todo lo que tenemos pensado comer aquí no sé yo si mañana sobrepasaremos el límite.
Ascensor en San Sebastián I
Abres la verja y puertas de madera con los mismos tiradores que la mesilla de noche de la abuelita que hay que empujar con ganas para entrar.
Ascensor en San Sebastián II
¡Ostras! ¡Hasta tiene un asiento en el interior! Si éste no es el primer ascensor fabricado en España, poco le debe faltar…
Ascensor en San Sebastián III

El mural que nos faltaba

Había dicho que me pasaría a retratarlo tan pronto pudiera, y tan pronto pude por allí pasé para sacarle fotos al mural que han hecho en Puertochico como parte del Desvelarte 2013, justo en un lateral de lo que según creo, antes era el mercado municipal y ahora es el centro cultural Doctor Madrazo.
Mural de Puertochico I
Este no es de un corazón, pero sí tiene corazones dibujados. Está compuesto por tres partes separadas que vamos a ver una por una.
Mural de Puertochico II
En el centro, la paisana que no se sabe si está aprendiendo a contar desde el uno o imitando a Sebastian Vettel. Interesante la parte baja de su traje, con ese final en forma de cola de pez. No sé si es el vuelo de la chaqueta o que la mujer del corazón es una sirena.
Mural de Puertochico III
Segunda parte del mural, situada a la izquierda. Demasiado para mi entendimiento, el que lo comprenda que nos ilustre a los demás.
Mural de Puertochico IV
Tercera parte, y segundo corazón. Me pasa lo mismo que con la parte anterior.
Mural de Puertochico V
Por la firma, se ve que ha sido realizado por Crajes. Hale, a buscar información. Aparece su blog y una entrada dedicada a este tríptico. Aparece otra página donde nos aclaran que son dos chicas de Barcelona y el significado del mural: es una analogía del Jardín de las Delicias de El Bosco, y los tres dibujos son la representación de el paraíso, la tierra y el infierno. Vale, ¿pero cuál es cual? Se admiten apuestas, pero yo diría que la manzana es el infierno, el corazón grandote es el cielo y la chica el paraíso, aunque tiene un aire así como a mi suegra que la pondría al borde de significar el infierno.

Tras retratar el mural seguimos caminando y acabamos en otra calle donde hay una medianera con un andamio. Una ojeada al trocito pintado a la izquierda nos hace ver que aquí pronto habrá otro mural. Hale, ya tenemos tarea pendiente para dentro de unos días…
Otro mural en Santander

LNH

A todos aquellos que os guste la fotografía de naturaleza y paisajes no me cansaré de recomendaros la revista LNH. Gratuita, habitualmente bimensual, la descargas en PDF y a disfrutar de un montón de fotografías a cada cual mas llamativa. Montañas, nocturnas, aves, insectos, flores, hay de todo y a cada cual más lograda. Van por el número catorce así que si te quieres pegar un empacho de fotos impresionantes, te descargas los catorce números y a disfrutarlos uno tras otro.
Revista LNH

Por las marismas de Joyel (II)

Retomamos las andanzas por las Marismas del Joyel en el punto donde lo habíamos dejado, llegando al molino de mareas de Santa Olaja que no lo sabía, pero está declarado como BIC (Bien de Interés Cultural). Gracias a lo que vi aquí más lo aprendido en el Centro de Interpretación del Litoral de La Maruca por fin entiendo cómo funcionan los molinos de mareas. El asunto se basa en que esa pasarela que se ve, no sólo es pasarela sino que además ejerce como presa que a su vez es depósito del agua que una vez liberada servirá para mover las ruedas de piedra usadas para moler el trigo.
Muro del depósito de agua
En la parte trasera del molino se distinguen una serie de salientes.
Entrada del agua
Cada saliente es una entrada de agua, con su rejilla correspondiente para que no se cuelen bichos, ramas ni piedras, que luego todo acaba en la harina y aparecen cosas raras en el pan. Es público y notorio que la aparición de algún elemento viscoso, sangriento o pegajoso en medio de un barra de pan no suele hacer mucha gracia por mucho que sea pura proteina y alimente igual o mejor.
Rejilla en la entrada
Esas entradas de agua tienen sus salidas correspondientes en una serie de arcos por la parte delantera del molino.
Salida de agua
Y bajo esos arcos se puede ver el saetillo y el rodete, lo primero es una tubería por la cual sale el agua embalsada en el depósito y el rodete es la rueda con aspas que se mueve al recibir el chorro de agua procedente del saetillo.
El origen del movimiento del molino
El rodete está conectado a un eje y en la parte superior, ya dentro del molino, una piedra giratoria similar a ésta se encarga de hacer polvillo el trigo, el maiz o lo que le echen, porque pesando setecientos kilos casi mejor no meter un dedo mientras está dando vueltas (léase el comentario anterior sobre elementos viscosos, sangrientos o pegajosos).
Piedra de molino
Con gusto hubiera visto el interior y el funcionamiento, pero ya se sabe como son mis excursiones, aquí llegamos de refilón, sin saber que existía, sin haber preguntado y evidentemente sin haber llamado para tener un guía y ver la molienda al completo. Claro que a falta de pan buenas son tortas y siempre puede recurrir uno a verlo en un video del Diario Montañés.
Cartel con horario
En ese video aparece una imagen supongo que de Santa Olaja, que por algo da nombre al molino, recién pintada y con una barra de pan en la mano. A finales de octubre (que fue cuando pasé yo) estaba francamente perjudicada, con la pintura deslucida y ni barra de pan ni ná. Esto de la intemperie es lo que tiene, que todo lo echa a perder. Bien le vendría un cristalito protector o se van a pasar la vida restaurándola.
Santa Olaja

Bajando precios

La gente no tiene un duro, la gente no gasta dinero, pero carajo, cuando bajan los precios a niveles soportables hay que ver cómo saca la cartera hasta el apuntador. Calzados Benito, al lado del ayuntamiento. Cuando se ponen de rebajas y puedes comprar zapatos de piel, cómodos y con buena hechura a 25 y 30 euros, hasta hay aglomeración a la puerta y dejan pasar por turnos porque la tienda está a reventar.
A la cola por los zapatos
Mientras tanto los que se limitan a rebajar un miserable diez por ciento zapatos de 130 euros se pasan el día en sus tiendas viendo las moscas volar, quejándose de lo mal que está todo y lo poco que se vende. Suben los impuestos, suben los suministros, bajan los sueldos, la gente está apuntándose a la economía de supervivencia, adivinen ustedes cual es el camino para vender más.

D912

Esta entrada me gustaría dedicársela a Brujilda, del blog «Los Viajes de Brujilda«, que fue quien me descubrió esta zona en una entrada sobre San Sebastián. Justo allí nos fuimos hace un par de fines de semana y el domingo mañanero lo tenía ya reservado para recorrer la D912, que es la carretera desde Bayona (en Francia) a San Juan de Luz y por donde discurre la «Route de La Corniche», la «Ruta de la Cornisa» en castellano.

Prometía la cosa peeeeeeeeero… al final se quedó en un bluf. Sí que es bonito, sí que tiene vistas, pero ni para echar cohetes, ni para ir adrede. Y pasemos ya a las pruebas gráficas, que es lo que la gente quiere ver, no las mil palabras para expresar cero ideas que es lo que suele salir de mi cabeza. Si tuviera que resumirlo brevemente, es una carretera que va al ladito de unos acantilados con estratos en la orilla. Vamos, lo que tenemos en Cantabria por todos lados… si pongo una panorámica digo yo que se entenderá mejor, así que hala, ahí va una. Pinchar en ella y se ve todo bastante más grande.
La Corniche
Por cierto, se nota en la foto que el pobre programa de unir fotos para hacer panorámicas patinó un par de veces con tanto estrato. Si me hubiera llevado el trípode y la hubiera hecho como está mandado seguro que salía perfecta, pero habiendo sido hecha a pulso en un arcén, mejor no le pedimos peras al olmo.

Según vas recorriendo la carretera puedes ver estratos y más estratos comidos por el mar. Estos son los de la foto anterior.
Estratos en La Corniche II
Unas curvas mas allá, más estratos similares.
Estratos en La Corniche I
Seguimos la carretera y casi llegando a Socoa que es donde se acaban los acantilados, un mirador desde el que seguir viendo más y más costa, más y más estratos.
Estratos en La Corniche III
Para que os hagáis a la idea del tamaño, ampliamos y ahí en el centro se ven dos personas con intenciones pescadoras.
Estratos en La Corniche IV
Ya digo, zona bonita, pero esperaba algo más espectacular. Quizá si el mar estuviera cabreado y las olas rompieran contra el acantilado la cosa cambiaría un poco, pero con sol y calor hicimos lo mejor que se podía hacer en ese momento: irnos a San Juan de Luz y Biarritz, que me encantan las dos.

Alta tecnología

Anda que menuda cara se me quedó cuando la vi… una joya del diseño, una maravilla del I+D patrio, una sorpresa para el buen gusto, cacho fuente que han montado en Solares…
Fuente en Solares I
Si, parece destripada, pero sin duda es una aplicación del diseño «naked», una transgresión en toda regla de las normas del diseño industrial convencional, creando una estructura que permite una mayor interacción del público. Aquel que quiera agua no podrá limitarse a girar una rosca o apretar un botón, habrá de agarrar el grifo con una mano, el cierre con la otra y si va con una botella e intención de llenarla, discurrir a ver cómo agarrarla sin ponerse como una sopa. Es decir, que fomenta el ingenio de la gente. Increíble. Impresionante. Me quedo sin palabras.
Fuente en Solares II

En La Nave Que Late

Por las cosas blogueriles de la parienta, estos días atrás nos invitaron a varios eventos. Uno de ellos fue la inauguración de «La Nave Que Late«, que viene siendo la reconversión de una nave industrial portuaria en desuso en un espacio donde hacer exposiciones, presentaciones, cursos y otros temas relacionados con la cultura. Mira tú qué interesante, a ver si cunde el ejemplo y aparecen más como ésta.

Exteriormente, nada nos hacía supone lo que íbamos a encontrar dentro.
Fachada de La Nave Que Late
Cuando llegamos estaba Mario San Miguel en plena presentación de su último libro «La Fabulosa Fórmula de la Felicidad«.
Mario San Miguel I
Mario es parte de «El ejército del amor«, que mejor no os digo lo que es y lo véis vosotros mismos aquí.
Mario San Miguel II
Dentro había un mogollón de gente pasándoselo bien. Por estar, estaba hasta el Alcalde de Santander. Yo no sé cómo dejo a la parienta cerquita del George Clooney de los alcaldes, será que lo mío es el riesgo, será que salvo que el alcalde le hiciera de informático, fotógrafo, community manager y demás, la parienta no se fugaría con él. Menos mal.
Mario San Miguel firmando libros
Aquí, un cartel-pizarra que servía como declaración de intenciones del lugar.
La Nave Que Late I
Ahora unas cuántas fotos de la decoración. Espacios amplios, libres, y rincones curiosos por todos lados. Este es el escenario donde actuó Mario San Miguel.
La Nave Que Late II
Más escenario, con sus lámparas, sus altavoces y un montón de fotos colgando.
La Nave Que Late III
Hasta el lavabo era un rinconcito de lo más cuco, no sabes si atreverte a usarlo o no, por si es una manifestación artística espontánea.
La Nave Que Late IV
También hay un piso de arriba con lo que parece ser un despachito. De él, asomaba un cerdo. No voy a decir que me recordó un trabajo anterior, pero bueno, algo de eso podría ser.
La Nave Que Late V
Y por último otro rinconcito con moto, maleta, lámpara y foco.
La Nave Que Late VI
A ver si hay suerte y hacen muchas cosas, dan mucho que hablar y Mela, Esther y Carlos, promotores de la idea, nos dejan asombrados muchas veces. La parienta y yo seguiremos atentos todo lo que vayan haciendo y si se tercia aquí lo iremos viendo.

Culturizándome

Me acerco una mañana de sábado a la playa de la Maruca con la sana intención de rascar la barriga al sol, ponerme moreno y descansar de mi habitual ocupación consistente en no pegar un palo al agua ni por recomendación. Veo que está abierto el Centro de Interpretación del litoral de los dos millones y medio de euros, así que decido hacer un esfuerzo neuronal sobrehumano y en beneficio de los lectores de este blog, entrar a culturizarme para luego poder opinar con fundamento.
Centro de interpretación del litoral
Entrada gratis, menos mal, porque últimamente toca pagar por todo y unas tarifas que pa qué os voy a contar. En el interior, un espacio abierto muy grandote lleno de paneles con explicaciones de cosas del mar. En el centro había una excursión de niños a los que les estaban explicando los paneles. Me voy a la otra esquina. Un par de pantallas pasando videos y una pegatina en el marco de la pantalla «No tocar que no es táctil». La gente, que se acostumbra a los tablets, iPads o smartphones y luego se cree que todo aquello que saca imagen funciona igual.
Interior del Centro de Interpretación
Me perdonarán los autores, pero este tipo de exposiciones me resultan bastante desfasadas y monótonas, más propias del siglo pasado que de éste. Tener semejante pedazo edificio con un contenido tan poco llamativo, pues hombre, parece desaprovecharlo un montón y no sé si la exposición irá cambiando cada cierto tiempo (lo dudo), porque una vez vista tampoco es que invite a volver.

Lo único que saqué en claro fue el funcionamiento de los molinos de mareas. Cuando hice la entrada sobre el Molino de Jado me preguntaba cómo funcionaría lo de embalsar agua para mover el molino. Pues mira, ahora ya lo sé.
Molino de mareas
Y cuando hablábamos de la estatua del pescador de La Maruca también nos preguntábamos que sería eso que tenía en la mano, si remo o caña. Pues si le hacemos caso a un cuadro pintado por algún joven artista, la respuesta con premio es la caña de pescar.
Cuadro del pescador

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