Uno de estos dÃas a principio de septiembre andaba yo paseando por Pereda cuando veo cuatro chavales pegando saltos desde el paseo marÃtimo a la bahÃa. Hala, venga, uno por el aire.
Y otro más. Qué suerte tuve, para ser fotos hechas con el móvil quedaban bastante decentes.
La mejor de todas. Este, saltando justo delante mÃa y quedando congelado en horizontal. La pena fue que hasta llegar a casa y fijarme bien, no me di cuenta de algo tan conocido como que si el sol está detrás tuya, una maravillosa sombra estará justo delante, ahÃ, luciendo enorme en primer plano…
Aquà falta algo
Caminando por los jardines de Pereda de pronto noté un «asû, esa curiosa sensación de que allà faltaba algo. Como todo aquello está recién vallado no caÃa en el asunto hasta que se hizo luz en mi cerebro… leches, ¡si ya no está el tiovivo para niños! Ahora sólo queda un vacÃo en su lugar, una valla y un cÃrculo de tierra donde estaba situado.
Hace poco leà en el periódico que lo estaban desmantelando, pero bueno, que fue leerlo, pasar por allà al dÃa siguiente de la noticia y ya no habÃa tiovivo. Mejor, asà evitan que una noche hagan parada los de la «fregoneta» y al dÃa siguiente no haya ni tiovivo, ni estructura, ni cable, ni baldosas si me descuido.
Farola modernilla
Hoy seguimos hablando de farolas. De tanto pasear por el mundo adelante uno acaba por fijarse en los detalles más nimios, aunque sea por comparación entre unos y otros lugares. Una de las cosas que voy viendo cuando paso por un pueblo es precisamente el modelo de las farolas, báculos o postes de luz, porque hay cada algunos que pa qué, aún recuerdo el shock causado por la contemplación de aquella cosa de tres patas que ejercÃa esa labor en Moaña. Para estos elementos urbanos no hay uniformidad ni nada que se le parezca, mientras que en algunos sitios siguen manteniendo los mismos modelos que en 1970 (como la de ayer), en otros lugares han puesto farolas regias, sólidas, con muchos arcos y reviravueltas, y en otros como pueda ser Noja han optado por esta de la foto, un modelo de lo más sencillo, simple, ideal para ensartar paracaidistas.
Curiosamente, si hace uno un blog como éste no tiene posibilidad alguna de hacerse famoso. En cambio montas un blog con fotos de las farolas de todos aquellos lugares por donde vayas pasando, verás cómo tarde o temprano aparece alguien de algún periódico, diario, suplemento o similares que se habla de él y le da sus quince minutos de gloria.
La farola más fotografiada
Esta es sin duda la farola más fotografiada de Santander. Está situada en un lateral del Palacete del Embarcadero, en pleno Paseo de Pereda, estratégicamente al final de un pequeño espigón ideal para poner a una persona y retratarla con el mar, el Club Náutico y los barquitos al fondo.
La farola en si tampoco es que tenga nada especial. Avejentada, oxidada, diseño común y corriente, se salva por la situación y entorno, de otro modo me parece que no le sacarÃan una foto ni por hacer pruebas.
Queda un año
Hace unos mesecillos de paso que iba a entregar en el ayuntamiento la documentación necesaria para el casorio, donde todo sea dicho, me atendió una gente (el departamento de Protocolo) de lo más amable y encantador, encontré a la entrada del edificio consistorial una aglomeración de personas humanas y cámaras delante de un objeto blanco cuya existencia anterior era inexistente. Que no estaba antes, vamos.
El antesdicho aparato es un contador, o mejor dicho, un descontador con un panel numérico luminoso que indica los dÃas faltantes para el Mundial de Vela 2014 a celebrar en Santander del 1 al 15 de septiembre de 2014.
Como ensayo, del 9 al 15 de septiembre de 2013 se celebra el pre-mundial de vela y por las calles se ven pegados un montón de carteles asÃ.
Dado que ahà se lee malamente, si queréis ver el programa del pre-mundial y todos lo actos sociales asociados lo podéis descargar de aquÃ. Yo me acercaré a unas cuántos eventos a ver cómo resulta el tema y ya os iré contando.
El parquÃmetro en el móvil
A los parquÃmetros del centro de la ciudad les han puesto unas pegatinas por el lateral anunciando que ahora se puede pagar con el móvil. IncreÃble… esto tenÃa que probarlo porque no veas cómo joroba cada vez que aparcas y no tienes moneditas para darle de comer al trasto este.
Me instalé la aplicación e-park en mi móvil, hice una recarga de diez euritos para tener saldo con el que hacer experimentos y hala, allá vamos. Primera pantallita del invento. Simple, sencilla.
Una vez cubres tus datos en la opción «Mi cuenta» y das de alta las matrÃculas de tus coches, el meollo está en las dos primeras opciones, la una para pagar y la segunda para ver hasta cuándo tienes pagado.
Esta es la primera. Anda, si hasta parece un parquÃmetro de la calle. Más fácil imposible, matrÃcula del coche, zona azul, cuánto quieres pagar, al aceptar te pide confirmación y listos, como si hubieras ido a la maquinita a sacar el ticket. Dos cosas buenas de este invento es que puedes ampliar el tiempo de estacionamiento directamente desde el móvil. Si necesitas dejar el coche aparcado más rato, entras en tickets en vigor, pulsas sobre el ticket que tengas activo, le dices ampliar y ya está. No puedes sobre pasar el lÃmite de las dos horas aparcado en el mismo sitio pero cuántas veces se paga sólo un ratito pensando que va a llegar y al final necesitas volver a echarle más pasta porque te lÃas con otras historias.
Como uno es gallego, se fÃa de estas cosas pero relativamente. La primera vez que pagué me fui a preguntarle a una controladora de aparcamiento si una vez pagado con el móvil habÃa que hacer algo más. Me comentaron que no, que ellos en cuanto ven un coche sin ticket meten la matrÃcula en la PDA y les sale el pago que se haya hecho. Que de momento estaba funcionando bien aunque habÃa poca gente que lo usaba. Pues oiga, siendo asà de cómodo yo me olvido de andar juntando moneditas para tener con qué pagar. Y es que además aparcar dos horas en Santander cuesta 1,45 euros, tremenda jodienda porque te obliga a tener monedas variadas. Si costara 1,50 euros serÃa un poquito más caro pero mucho más sencillo el pago.
Otra cosa interesante es que si te vas antes de que finalice el tiempo pagado, la pasta no te la devuelven pero permiten «compartir» ese ticket. Lo pones a disposición de otros usuarios y el que lo quiera, lo puede coger y ahorrarse el pago. El jueves pasé por Santander a media tarde. Pagué hasta las ocho, empezó a llover con ganas asà que me volvà a casa dejando ese ticket para otro. Aquà aparecÃa en la pantalla de tickets compartidos. Al rato habÃa desaparecido, luego alguien aparcó una hora gratis a mi cuenta. Pues mira, que lo disfrute…
Incluso el móvil te avisa diez minutos antes de que acabe el tiempo establecido, cosa que me viene de miedo porque me suelo despistar y ya me han cascado alguna multa de 90 euros por eso. Suerte que pagando 2,70 euros antes de 24 horas te anulan la denuncia, si no menudo roto al bolsillo.
Solarium
Pegado al paseo marÃtimo de Castro Urdiales, y más concretamente en un espigón situado a la izquierda de la playa de Brazomar hay unas gradas donde la gente puede irse a asolear un rato tranquilamente. Se ve que por ejercer las funciones de solarium le acabó quedando ese nombre.
Y por si alguien tiene el antojo de ver cómo es la playa de Brazomar, que no se quede con ganas, aquà se la presento.
Las gradas del espigón tienen un tamaño respetable, cabe la gente a lo ancho, a lo largo, de dos en dos, de cuatro en fondo y lo mejor de todo es que hasta son decorativas.
El ligero problemilla es que el año pasado, por causa del oleaje una parte de las gradas se fueron hundiendo. Hace meses que no paso por allÃ, pero antes de este verano parece ser que se pusieron manos a la obra y arreglaron ese hundimiento. Espero que esta vez echen cemento del bueno y en cantidad suficiente (es brooooooma), a ver si no están otra vez el año que viene de nuevo con la misma historia…
Ganas de montaña
Ahora que tengo botas nuevas me están entrando unas ganas que no veas de hacer alguna ruta de montaña, pegarme un tute de kilómetros por caminos pedregosos entre montes variados…
Descansar en un rinconcillo con vistas y aprovechar para sacar fotos curiosas usando la técnica del enmarcado…
Y finalizar metiendo los pies en un rÃo de agua cristalina para relajarlos y refrescarme un rato.
La pena es que sea una actividad tan cansada, porque me paro a pensar lo agotado que acaba uno y al final siempre cambio el destino de montaña por uno más gastronómico, notablemente más placentero dado lo bien que se come por aquÃ.
El palu y el palucu
Hace unos dÃas fuimos a visitar a unos amigos a Pechón, cerca de Unquera. Sitio bien bonito, con mucha vida en verano y muy poquita en invierno. A principios de agosto celebran las fiestas de Santa Clara y uno de los actos de las fiestas es la plantación del «palu» y el del «palucu». Según me contaron, la gente del pueblo sube al bosque, corta un eucalipto, le quita las ramas y lo baja al pueblo maniobrando por las callejuelas estrechas. Hay un agujero donde meten una punta del tronco y a base de cuerdas y fuerza de brazos, levantan el poste para dejarlo allà plantado. Ese es el palu, aquà presente, y viendo las personas que salen en la foto asà a ojo casi dirÃa que mide unos veinte metros de alto.
Como los niños del pueblo no son menos, repiten faena pero con un arbolito de menor tamaño. Asà se van entrenando y preparando para mantener la tradición.
A cambiar el chip otra vez
Lenta pero irremediablemente van llegando las señales de que se acaba el verano. A primero de septiembre he notado como si hubiera desaparecido la mitad de los turistas de Santander. De pronto te das cuenta que a las nueve se ha ido el sol y el cielo está oscuro, o por la mañana al levantarse no hace ese calorcito de dÃas anteriores. Sólo falta que empiecen los dÃas revueltos, que según el pronóstico llegan este jueves para empezar a pensar en cambiar el chip, olvidar la playa y centrarse en los bosques coloridos.
Y un poquito después, vuelta a pensar en nieve, montañas, Picos de Europa y demás. Es curioso, pero las estaciones aquà están bastante más marcadas que en Galicia. Allá el otoño era más suave, en invierno casi no habÃa nieve. Aquà en verano hace calorcito, el otoño se nota más y en invierno hay nevadas bestiales en Reinosa, Alto Campoo y alrededores. Veremos cómo hago para ir a ver todo esto, porque sigo reducido al nivel de peatón.