Aprovechando un domingo tonto sin plan, cogimos carretera y manta camino del este y acabamos en Rasines para contemplar su famosa plaza de toros cuadrada. Saliendo del pueblo en dirección a Ramales de la Victoria aparece a mano izquierda junto a la ermita de los Santos Mártires, que no sé si serán los pobres toros. El aspecto exterior es medio plaza, medio castillo.
Sobre la puerta, un busto de un toro y la leyenda «Coso de los mártires». Lo dicho, se refiere a los pobres toros porque éste tiene un cuerno roto, le falta el otro y tiene una cara de mártir que da pena.
A la derecha de la puerta, una ventana con barrotes hace de taquilla. Ojo a la impecable instalación eléctrica en forma de cable que llega desde arriba. Me pregunto qué pasará si alguna vez quieren cerrar la ventana…
He aquà el interior de la plaza, al ver todas las puertas cerradas pensé que me quedaba sin poderla fotografiar pero no, una de las puertas de arriba estaba abierta y asà me pude dar un garbeo por el interior para documentar lo que allà hay. Con mucho cuidadito, eso si, porque tanto el suelo de piedra como una parte que tiene madera estaban llenos de musgo y aquello resbalaba que metÃa miedo.
A todo esto, quizá os estéis preguntando qué significa el nombre de esta entrada. ¿Qué es cuadronda? Pues la segunda palabra que doy a luz a través de un blog. La primera fue «giradizo«, referente a un puente giratorio y levadizo. Google ya la conoce y ahora sólo falta que la RAE se dé por aludida. Esta plaza de toros se supone que es cuadrada pero no, mira por donde ¡¡¡tiene una esquina redonda!!! Qué calladito se lo tenÃan. Por lo tanto si tiene parte cuadrada y parte redonda… ¡es cuadronda!
Echando una ojeada se aprecia algún fallo de diseño. Por ejemplo, la puerta de Toriles. Por aquà salen los morlacos a toda mecha. Salvo que haya algo que no entiendo muy bien, ¿el burladero no tendrÃa que estar al otro lado? Porque tal y como está puesto, al que abra la puerta lo va a ver de pleno el toro y como tenga un poquito de mala leche… mal asunto.
Ya que por allà andaba aproveché para recorrer todas las instalaciones a ver qué más descubrÃa. Detrás de la tribuna principal están los corrales, un pasillo estrecho con el equivalente a seis celdas donde guardar los morlacos de cada corrida.
Por la parte de atrás hay además dos espacios cerrados donde los toros pueden hacer ejercicio, aunque a juzgar por la vegetación existente creo que no se usa desde hace bastante tiempo. Fijaros un burladero de camuflaje, le han plantado un plumero justo delante para disimularlo y evitar las embestidas de los astados.
Si no se usará hace tiempo, que entre el burladero y la pared hasta ha salido un árbol. Y eso no es cosa que suceda de un fin de semana para otro…