De visita por Ampuero (I)

Uno de esos días tan habituales de voy allá pero acabo acullá pasamos por una carretera en la que un desvío señalaba la dirección hacia Ampuero. Aunque todavía no lo habíamos visitado desde que llegamos a Cantabria, realmente yo ya había estado allá en otro viaje anterior (debe hacer unos veinte años). El único recuerdo que tengo es un casco antiguo, unas vallas en la calle como si de San Fermín se tratara, un encierro de toros y a la persona que me acompañaba por aquellos entonces diciéndome que ni se me pasara por la cabeza lo de correr delante de los toros. Madre mía, qué poca confianza y menuda fama que me echaban. Vale que lo pensé, pero que yo sepa mi acompañante no leía el pensamiento o me hubiera tirado al mar tiempo atrás.

Y es que en Ampuero se celebran los encierros más famosos de Cantabria. Creo que son en septiembre y tienen hasta una web dedicada al evento. A la entrada del pueblo, una escultura deja bien claro el asunto.
Monumento a los encierros I
Fíjate, si en su día yo podría haber sido el modelo del conjunto escultórico éste, aunque sabiendo la suerte que tengo y la velocidad punta que soy capaz de alcanzar, el cuerno debería estar a medio centímetro de la cacha derecha para un mayor realismo. Para qué nos vamos a engañar, creo que los guepardos y yo estamos en las dos esquinas opuestas a nivel de prestaciones.
Monumento a los encierros II
Normalmente al llegar a un pueblo por donde no he pasado antes siempre aplico el mismo sistema, primero una vuelta en coche para ver lo gordo y luego aparcar donde esté lo más interesante para ver detalle a detalle caminando. Mientras voy conduciendo siempre aparecen otras cosas merecedoras de ser retratadas así que freno y no veáis cuántas fotos han caído sin siquiera bajarme del coche. Esta, por ejemplo. Carro del pan aparcado en plena calle, que aún me sigo preguntando si sería el repartidor de la panadería, una obra de arte moderno o algo raro fuera del alcance de mi entendimiento.
El carro del pan
Unos metros más adelante, balcón lleno de ristras de pimientos puestos a secar al aire. Y no era el único, vimos varios balcones similares por la zona.
Pimientos a secar
Finalmente nos paramos cerca del centro y a la Plaza Mayor se ha dicho para comprobar el índice CCLI, lo mejor que se puede hacer mientras uno anda de turista por ahí. En el bar donde nos paramos fue precisamente donde retraté el extintor mejor conjuntado del mundo mundial.
Plaza Mayor

2 comentarios Escribir un comentario

Deja una respuesta


Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.Más información sobre las cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies