Haciendo bueno el refrán «Más vale tarde que nunca», finalmente pasamos por Laredo para subir al monte La Atalaya desde el que se tienen unas vistas impresionantes. Coincidió uno de esos dÃas que lo mismo despeja que aparece una colección de nubes variadas para darle alegrÃa a la foto, el sol estaba en el punto justo asà que me mandé una panorámica desde uno de los miradores que no es pasión de padre, pero me ha quedado planchada.
Pinchen ustedes todos en la foto para verla en grandote y disfrutar de los detalles porque lo tiene todo: mar, puerto, playa, altura, cielo azul, nubes, colorines… todo esto siendo un vago redomado con la cámara, el dÃa que me decida a llevar trÃpode, pararme a pensar las fotos y hacer las panorámicas como sé, me voy a dar miedo a mi mismo.
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