Camino del Collado de Asón, saliendo de una de las mil curvas y revirivueltas que hace la carretera nos encontramos de golpe con una especie de minarete allá a lo lejos, en un pueblo en medio del valle. Destacaba un montón en la lejanÃa.
Más de cerca se puede comprobar que es una mezcla entre faro, campanario, palomar y minarete:
Encontré también un cartel que viene siendo una buena muestra de optimismo, en él declaran el pueblo como «capital del mundo».
Ya en casa, leyendo una guia de Cantabria me enteré que de aquà emigró mucha gente que luego volvÃa con coches matriculados en lugares de lo más variopinto, de ahà que fuera declarado capital del mundo. La construcción de la iglesia y su torre fueron financiadas por uno de esos indianos que volvieron habiendo hecho fortuna. Según parece el motivo de la torre era para ver el mar desde arriba, algo para lo que se les quedó unos mil metros corta porque ya digo que el pueblo está encajonado en un valle y con semejantes montañas alrededor dudo que lleguen a ver el mar salvo en fotos.
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