Hoy vamos a ver otra de las construcciones de interés que hay en Viveda además de la casa de los Calderón de la Barca. Se trata del Palacio de Peredo, situado en un alto, bien amurallado y con un par de palmeras a la puerta.
Por otro lado hay un prado con su caminito flanqueado de árboles a los que este invierno les habÃan pegado una buena poda. Aunque no se ve, a la izquierda habÃa un pony pastando que nada más acercarme se venÃa como un cohete, suerte que una cuerda limitaba su radio de acción porque en caso de verme embestido por un pony no sabrÃa si huir o escojonarme de risa y eso puede ser muy malo para la autoestima del pony.
Esta es una vista frontal del Palacio. Creo que ya lo he comentado alguna vez, aquà en Cantabria «Palacio» debe ser interpretado en el mismo sentido que un «pazo» gallego: una casa señorial más que un Versalles. Este palacio es una casona montañesa de los siglos XVII-XVIII y fue mandado construir por Jorge de Peredo que era gobernador de Ponferrada. Bien a desmano le pillaba porque Ponferrada aún queda a unos kilómetros de aquÃ.
La fachada con sus cuatro arcos, toda de piedra y escasos ventanales como si hubiera sido pensado con finalidades defensivas.
Abajo a la derecha hay un trozo de piedra con una superficie acristalada en la que se ve una imagen de cómo debia ser el palacio antes de ser reformado, porque evidentemente está tan nuevo y tan reluciente que indica bien a las claras que ha sido acondicionado hace no mucho tiempo. Actualmente es una sala para exposiciones y usos culturales.
La muralla alrededor es toda una señora muralla. Unos cinco metros de alta con pequeñas torres de cuando en cuando protegiendo el interior. Esto no lo saltamos ni yendo con una pértiga.
Supongo que si habéis llegado hasta aquà os estaréis preguntando a qué viene el tÃtulo de la entrada y dónde está el cerdo de oro. La historia viene porque uno de los señores del Palacio era dueño de todo lo que abarcaba la vista y rico hasta decir basta, pero sólo tenÃa ojos para el dinero y ni se planteaba lo de lavarse, de ahà que a la edificación se le llamara el Palacio del chon (cerdo) de oro. Las cosas de vivir en épocas medievales. Si llega a ser hace diez añitos, entre el tufo de la Solvay y el de la Sniace los vasallos ni se hubieran enterado del olorcillo que emanaba su señor.
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