Una de las cosas que tengo apuntadas al principio en la lista de tareas pendientes es volver por aquÃ, por la zona de Poncebos a darme otro garbeo entre montañas y rÃos, disfrutando el panorama, aireándome un poco y sacando más y más fotos dignas de honrar vuestras pupilas.
Por si acaso primero esperaré a que lleguen los primeros aires de la primavera y no haya nieve cerca, que andar triscando como una cabra por peñas y peñascos al borde de abismos y desfiladeros con un suelo nevado o helado puede ser de todo menos gracioso, y mucho menos cuando la parienta se lo tenga que explicar al agente de seguros de vida para poder cobrar: «si, ya sé que muy normal no parece ponerse a bailar un zapateado al borde de un precipicio, pero es que mi Juan Carlos era asà de suyo».