Hay ciertas cosas que empiezo a pensar que no es que fueran propias de Galicia, es que deben ser universales porque aquà se repiten exactamente igual. Para ilustraros, ejemplo número uno:
Y ejemplo número dos, el clásico entre los clásicos.
Encontrados los tres ejemplos en la primera semana de estancia en Cantabria. Como aparezca el cuadro de los ciervos y el plato con una centolla de cerámica esto va a ser como un «deja vu».
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