Tras leer que el Puerto de Lunada seguÃa cerrado (lleva asà cuatro meses) y con fenómenos paranormales en el asfalto, nada mejor que una mañana de sol para montar los perros en el coche e irme con ellos de excursión a comprobar en primera persona cómo iba el asunto. Durante la aproximación nada hacÃa suponer que el puerto pudiera estar cerrado. Esta foto la saqué al principio de la subida final que va a dar a la cima y no se aprecia ni una gota de nieve.
Tiramos para arriba y hasta donde llegásemos. Y ese «hasta» fue el kilómetro trece (de unos dieciséis que debe tener la carretera). Una vez allÃ, vallas en medio de la carretera diciendo que el coche al arcén y el personal andando. Obediente que es uno, bajé, bajaron los perros y emprendimos los tres una caminata en sentido ascendente.
En realidad está cerrado por un asunto que comentaremos mañana, porque lo que es nieve, poca queda en el tramo que recorrimos. Algún nevero grande bloqueando la carretera, pero si pasan las quitanieves se lo ventilarÃan en un visto y no visto.
Otro nevero más, y fijaos a la derecha porque habÃa un ciclista sacando una foto. Coches no pasaba ninguno, pero ciclistas un porrón, me debà cruzar con cinco o seis mientras subÃa andando. Llegaban a la señal de dirección prohibida, la rodeaban y a seguir pedaleando. Madre mÃa cómo sudaban y qué caras de esfuerzo, que la subidita se las trae.
Otra cosa a destacar es que toda esa nieve se llevó por delante unos cuántos postes e indicadores. En la foto de arriba se ve un indicador de hormigón blanco caÃdo en la parte de abajo. En esta otra foto, los efectos de la nieve sobre un poste señalizador. Ya tuvo que tener unos cuántos kilos de nieve encima para quedar asÃ.
Y mañana, más…