TendrÃais que ver qué cosas más curiosas ponen por las calles de Bilbao. Un servidor, que es de mucho caminar, me pongo a recorrer calles y de cuándo en cuándo encuentro algunos elementos verdaderamente dignos de ser retratados. Aquà va uno de ellos, el césped con olas.
Interesante, gracioso para todos menos para el encargado de cortarlo porque aquà el cortacésped no tiene nada que hacer.
Otro rato de caminata, otra plaza, una fuente con tres aletas de tiburón dando vueltas. No son gran cosa, no son especialmente espectaculares, pero entretienen y me dan temas de los que hablar.