El neptuno cántabro

Cuando pasé por la Flavióbriga de Castro Urdiales y vi aquella minúscula figurilla representando a un neptuno joven, yo ya me sabía la historia, vida y milagros de la figurita aunque fuera de chiripa. En una de las visitas que hice a Dícido, Mioño o alrededores, acabé aparcando a lado de un parque con una fuente. Me bajé a fotografiarla y como regalo pisé una cagada de perro, hecho que como uno no sabe estarse callado quedó aquí mismo documentado. De vuelta al coche veo algo sobre un pedestal en medio de un jardín.

Allá vamos. La estatua de un paisano con una gallina en la mano.

Obsérvese bien lo que tiene en la mano, porque para mi tenía claramente agarrada una gallina por las patas, se distingue la cola de la gallina hacia abajo y la cabeza con la cresta hacia arriba. Ahora que me fijo, en vez de brazo derecho parece que le han implantado ahí medio delfín…

Un alambre al cuello… a ver qué hay por la parte de detrás… vaya, si es un «modelno» que tiene hasta collar, aunque no sé cómo ni porqué se lo han pasado a la parte de detrás. Será cosa del viento sur, que cuando sopla, sopla de verdad.

Una vez hechas las conjeturas sobre el origen, símbología y significado de la estatua, pasamos a leer el cartelito aclaratorio correspondiente. Se trata de una copia de la figurita de Castro Urdiales aparecida en un monte de Mioño. Proviene de la época de los romanos, representa a Neptuno joven con un collar de media luna hecho de oro y en su mano tiene un delfín. Huuuuyyyy. Casi, casi, delfín, gallina, misma cosa es…