O más concretamente, el Nopuente del diablo. Me explico. Recién llegado a Cantabria me entretenÃa viendo las postales en los kioscos, gracias a las cuales puedes ver rápidamente qué cosas de interés hay para visitar. Una de las que más me llamaba la atención eran unas vacas pasando sobre un arco de piedra, la podéis ver aquÃ. Busca en Google qué era, donde estaba y vamos de visita. Pero vamos para nada, porque en 2010 el viento y el oleaje lo hicieron caer.
Ahora al llegar ésto es lo que se ve, una señal y unos palitroques para que no continúes hacia el abismo.
Donde antes habÃa un arco de piedra, ahora hay un hueco sin piedras.
Bueno, sin piedras no, están todas caÃdas y amontonadas en la parte de abajo. Adiós a un monumento natural.
Lo triste del asunto es que los vecinos habÃan advertido del mal estado en que se encontraba, habÃan pedido que se tomaran medidas pero ya se sabe cómo funcionan las administraciones… en 2001 el pleno del ayuntamiento de Santander acordó pedir medidas para protegerlo, pero se ve que muchas no tomaron. En 2007 la Demarcación de Costas envió un informe al ayuntamiento planteando varias soluciones. Sólo seis añitos pensando, menos mal. El ayuntamiento optó por dos, pero no se llevaron a cabo. Ahora se ha caÃdo y alguno seguramente respire aliviado pensando que, mira, un problema menos. Luego nos extrañamos que nos vaya como nos va, cuando la desidia es uno de los deportes nacionales. Gran avance daremos cuando seamos capaces de cambiar el chip de «a ver si mañana» por el de «a ver si hoy».