En pleno centro de Santander está la Plaza de Pombo, generalmente muy animada con alguna terraza, gente paseando y niños jugando. Para ellos precisamente hay un tiovivo en el que divertirse dando unas vueltas. Claro que si os fijáis, con estos bichos, esos colores, vuelta tras vuelta con la musiquilla sonando, puede salir el niño con un colocón que ni te cuento. Psicodelia a tope, oiga.
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