Han comenzado ya y avanzan a buen ritmo las obras para adaptar y hacer visitable el refugio antiaéreo de la Plaza del PrÃncipe. A finales de junio aparecieron unas vallas en la plaza delimitando el espacio de los trabajos.
En principio sólo quitaron una lÃnea de losetas del suelo. Y por supuesto nunca falta quien deja su recuerdo en forma de botella de cerveza. Eso de usar papeleras está sobrevalorado, te lo digo yo.
Bajo la lÃnea de losetas desaparecida se ve cómo aparece la tÃpica losa de cemento que ejerce de tapa. La tÃpica o las tÃpicas, porque no sé si es una rota por el medio o dos iguales. Tampoco es que importe mucho, lo sustancioso es que ha reaparecido la puerta del refugio tras muchos años taponada.
A mediados de julio las cosas están algo más avanzadas. El espacio delimitado es mayor, ha nacido una furgoneta en una esquina, está todo lleno de escombros y parece haber un encofrado para hacer la bajada al refugio. Habrá que ir a echar una ojeada cuando lo inauguren a ver qué cuentan porque por lo que leà en un libro sobre la guerra civil en Cantabria, aquà hubo abundantes tortas y tiros por ambos bandos.