Algo habÃa leÃdo sobre la existencia en Barros de un «Parque de las Estelas cántabras» asà que allá me fui a ver qué era aquello. Como uno es asÃ, por el camino me entretuve con mil y una cosas diferentes, paré en un lado, en otro, en el de más allá hasta que finalmente aparecà justo delante del Parque. Me bajo, observo que allà no hay nadie y un cartelito me cuenta el motivo. Son las 13:40. ¡Hurra! ¡Lo he conseguido! ¡Otra vez he llegado a un lugar de interés justo cuando acaban de cerrar!
Qué le vamos a hacer, si hoy es San Joderse habrá que verlo por fuera y ya volveremos otro dÃa. Hasta entonces, vayamos explicando lo que pude ver. El primer punto de la parque es una iglesia, ermita o lo que sea justo al lado de la carretera. ¿Véis ese poste de la derecha?
Eso es un leguario, y no lo sé sólo por haber leÃdo el cartel en su base, sino por haberme topado con uno similar anteriormente.
Este edificio de color blanco está pegado a la iglesia. Supongo que dentro estarán expuestas las estelas porque en su puerta es donde vi el cartel del horario. A ver qué podemos hacer…
Mira qué bien, por esta ventana se atisban las estelas expuestas en el interior. Pues nada, nada, entre lo que veo asomándome y lo que veo a base de meter la cámara, sacar a ciegas un montón de fotos apuntando a lugares variados y revisarlas luego, pude hacerme una idea bastante aproximada del contenido.
Dentro hay dos estelas, aunque luego me enteré que realmente son tres: una que apareció junto a la ermita de la Virgen de la Rueda y otras dos en el barrio de Lombera.
Esta es la primera, la encontraron en 1977 hecha trocitos entre los muros de la ermita de Nuestra Señora de la Rueda de Barros y fue reconstruida en el año 1999. Dos metros y pico de diámetro para tres toneladas de piedra arenisca, como para que te caiga encima del dedo gordo…
Esta otra es muy parecida y apareció enterita, creo que es conocida como «Barros I», «La rueda de Santa Catalina» o «de la Virgen». Casi dos metros de grosor y más de treinta centÃmetros de ancho. ¿Para qué sirven? Huuuy, quien sabe. Se supone que son monumentos funerarios, pero falta de una Espasa Medieval que lo confirme.
En 1985 fueron declaradas «Bien de Interés Cultural» y ya de paso, incorporadas al escudo de Cantabria bajo las cabezas de San Emeterio y San Celedonio, el barquito, la cadena y la torre del oro sevillana.
4 comentarios Escribir un comentario