Este es otro pueblo que merece la pena visitar por su casco histórico y porque al ladito quedan las cuevas de Altamira. Como curiosidad, dicen que es la villa de las tres mentiras, porque ni es Santa, ni llana, ni tiene mar. El pueblo está muy bien conservado, todo más o menos homogéneo asà como véis en la imagen:
Abundancia de piedra, construcciones antiguas, blasonadas, adoquines, etc. En los bajos hay negocios de restauración, hoteles y sobre todo venta de regalos. No es excesivamente grande, se recorre en una mañana dos veces. Información adicional de esa que solicitan los gafotas empollones (fechas, habitantes, historia y demás) se puede obtener como siempre en la wikipedia.
Si todo está conservado en plan antiguo, con las señales de tráfico no podÃa ser de otra forma. Fijaros qué pie de señal más lucido y hermoso…
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