Cada paseo es un andar con los ojos muy abiertos, la cámara o el móvil a mano y listo para retratar todo lo retratable. Ya no sé si lo hago por costumbre, por vicio, por curiosidad, por el blog o simplemente por entretenimiento. Sea como sea, siempre aparecen cosas curiosas que luego vas agrupando. Por ejemplo, las pintadas con frases curiosas que van dejando desconocidos aquà y allá. Bordeando el mar por la zona de Pedreña, una en una piedra al lado de una casa abandonada. «Tiempo derecho, sitio derecho, justo a la derecha». Madre mÃa qué complicado… es que yo en acertijos, el de oro parece plata no es y poco más.
Pero bueno, aunque no sepa lo que significa por lo menos saco la foto, es lo que tiene estar en el lugar correcto, en el momento correcto, simplemente lo correcto. A continuación otra con mucho sentido, hecha en una fuente, lago o pequeño estanque en la plaza que hay delante de la catedral de Santander. Gran verdad, ni izquierdas, ni derechas, palos a todos por igual hasta que nos saquen de la que nos han metido.
Esta ya os la dejo para vosotros y no la retransmito, que son muchas letras y al que las acierta todas le cuelgan de los cataplines por «espabilao». Fácil al principio, se complica un poco al final.
Otra frase más, aunque bien podÃan haber aprovechado otro lugar para plantarla que no una escalera en el Parque de las Llamas, principalmente porque la escalera quedó que da pena. Mientras haya media posibilidad de que te toque la primitiva, sigue jugando. En mi caso creo que ni media, ni un cuarto, tanto tiempo llevo sin que me toque nada que juego directamente a ver si consigo el reintegro, menudo subidón cuando voy a verlas y tengo un eurito de premio. AsÃ, seguro que cuando por fin me toquen los tres o cuatro millones de euros ni me inmuto.
La última. Misteriosa, imperativa, ¿quieres no hacer planes conmigo? ¿Porqué lo dirá? Qué gran frase, qué abierta, cuántas posibilidades tiene. El autor es una mujer que quiere libertad. El autor es un hombre que no quiere ser dominado. El autor es un cerdo que no desea surtir de jamones a su dueño. El autor es el propio parque dirigÃendose al departamento de Urbanismo. Cuántas y cuántas ideas pueden alumbrar cinco simples palabras.