Homenaje a Ataulfo Argenta

Estos días están ultimando el cambio de denominación de la calle General Mola, en el centro de Santander, que pasará a llamarse «Ataúlfo Argenta» en honor al que consideran el Herbert von Karajan cántabro, nacido en Castro Urdiales y al que allí le han dedicado esta estatua en uno de los jardines de la ciudad.

En 2013 además se conmemora el centenario de su nacimiento y en la Plaza Porticada había una exposición de cubos en los que se contaba la vida y obras del músico. Dos detalles curiosos, es el padre de Fernando Argenta al que alguno habréis visto u oído en programas de la televisión o la radio. Tristemente murió joven, a los 45 años, intoxicado por monóxido de carbono en el garaje de su casa. Por lo visto encendió el coche mientras esperaba a su mujer. Si era como la mía, el monóxido de carbono generado en el lapso de tiempo comprendido desde que te dice que está «terminando de arreglarse» hasta la finalización efectiva de tal hecho sería suficiente para matar dos ballenas y un elefante.

Pobrecicos los habitantes de la nueva calle Ataúlfo Argenta, ahora conocerán el horror que supone cambiar todos los documentos, domiciliaciones y demás. A mi me pasó una vez, y venga vueltas para cambiar el DNI, los permisos de conducir, pierde tiempo para cambiar el permiso de circulación de los dos coches, llama a todos los proveedores, pasa por los bancos que estos no cambian nada si no te presentas en la oficina, unos que necesitan que se lo mandes por fax para aceptar el cambio, otros que tiens que mandar por escrito y con copia de DNI… y al ayuntamiento no le digas nada, que es asunto tuyo…