Recuerdo de siempre que allá donde fueras, si aparecÃa una iglesia la puerta solÃa estar abierta por alejada que fuera su ubicación. Entrabas, echabas una ojeada, si habÃa alguien charlabas un rato o simplemente veÃas todo lo que tenÃan, media vuelta y a otra cosa mariposa. De un tiempo aquà se están dando tantos robos de patrimonio, expolios y desapariciones que han empezado a tomar medidas de seguridad. Ya he notado que es raro encontrar iglesias abiertas, pero es que además no veas cómo están cerradas. Esta es la puerta de una pequeña ermita cerca de donde vivo, al precio que va el acero ya debió costar una pasta.
Tiene pinta de ser segura y que seguramente no la abres con un abrelatas salvo que seas familiar de McGyver. Nótense, eso si, los remates floreados, que hay puertas de seguridad a secas y puertas de seguridad con estilo como ésta.
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