Asà es cómo se conoce una casona señorial que hay en Argomilla de Cayón. Me fui a verla con la esperanza de encontrar algo interesante y la verdad que prometÃa el asunto por su situación, destacando en lo alto de una colina junto con la iglesia de San Andrés.
Callejeo un poco por el pueblo hasta encontrar la carretera que lleva a lo alto y finalmente me planto delante de la casona… menuda decepción. Está habitada y habilitada como granja. En la puerta de la planta baja asomaba una vaca… la leche, pues sà que está complicado lo de conservar el patrimonio histórico.
Si, vacas y establo por mucho escudo heráldico que luzca en la fachada. Uno corresponde al propio Ceballos y otro a su esposa, doña Jacinta de Padura y Moreno.
Silo pegado a un lateral, la casona se ve en buen estado de conservación salvo las almenas de los torreones y una ventana de la izquierda tapada con una chapa metálica.
Otro detalle que indica cómo el interior está reconvertido son esas pacas de paja saliendo por una ventana, algo que me recordó a mis andanzas por carreteras lucenses. Evidentemente no es visitable. Quizá hablando con sus dueños permitan entrar, pero para ver vacas ya hay prados de sobra por todos lados.
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