Hoy toca otra del último paso por los Madriles. Poco antes de retratar el Torreón envuelto para regalo habÃa visto en lo alto de un monte una pedazo casa con muy buena pinta de la que el cuarto sentido (es que yo tengo dos sentidos presentes, tres ausentes, un sentido del ridÃculo exageradamente desarrollado y un sexto sentido que por eliminación de los demás se sitúa en cuarta posición, no sé si me he explicado…) me mandaba señales de alerta. Los amigos con los que estuvimos estos dÃas nos comentaron que habÃa pertenecido al tÃo Paco, o lo que es lo mismo, Franco.
Foto va, foto viene, se nota que está abandonado pero la pinta era impresionante y las vistas que debe haber desde allá arriba seguro que no lo son menos.
Una vez en casa me puse a buscar y es el «Palacio del Canto del Pico«. Resumiendo, fue construido en 1920 por el Conde de las Almenas. Está a mil metros de altura. Paco el de las Medallas lo usaba para descanso o como refugio. En 1988 se vendió para hacer un hotel de lujo pero la cosa quedó parada y mientras tanto sucesivos expolios e incendios se cargaron al colección de arte y la biblioteca que habÃa en el interior. De veras, hay veces que te pones a leer cosas como éstas y te dan ganas de llorar, dónde hemos llegado que lo único que importa en este mundo son los millones que se le puedan sacar al edificio. ¿El resto? Libros viejos y telas manchadas de pintura sin valor…