El pasado mes de julio nos dejamos caer por esta zona para buscar vivienda y, como buena ciudad de veraneo, los precios de los hoteles en Santander centro estaban bastante desmadrados para nuestro presupuesto asà que optamos por alejarnos un poco e irnos a un pueblo llamado La Cavada, un cuarto de hora más lejos y un mundo de diferencia en cuanto a coste, que a nosotros nos daba igual porque Ãbamos a lo que Ãbamos y el hotel serÃa sólo para dormir. Por cierto, era éste. Una habitación maja, buena atención, no hubo queja en ese aspecto.
En principio pensé que como pueblo no tendrÃa mucha historia pero que va, nada más entrar ésto es lo que te encuentras:
Llamativo, cuanto menos, e indicador de que aquà alguna vez algo hubo de interés. Una vez pasado el arco te encuentras este cañón y a su lado un cartelón grandote en el que te aclaran la historia.
Según parece, aquà estuvo establecida la Real Fábrica de ArtillerÃa de La Cavada dedicada a fabricar cañones al por mayor, amurallada y casi ocupando el espacio que ahora ocupa el resto del pueblo. Finalizó la producción en 1834 cuando España ya no tenÃa tanta presencia en el mundo, por lo que no necesitaba tanto cañón, ni prácticamente quedaban árboles en los alrededores para alimentar los altos hornos con lo cual tocaba traer la madera de fuera y el coste de fabricación subÃa lo suyo. Asà que ya véis, donde menos te lo esperas aparece una historia bien curiosa.