La calle Enrique Gran tiene fama en la ciudad no por ser la mas larga, no por ser la más ancha, no por ser la más céntrica, pero sà por ser la mas empinada. Es cortita, medirá sólo unos cien metros, pero menudo ángulo. La primera vez que la vi era de noche y sÃ, se ve inclinada pero la foto no hace justicia al desnivel.
Me voy otro dÃa de tarde, a ver si metiendo alguna figura humana en la foto se nota más. Tampoco.
¿Y si grabo un vÃdeo? Bajo la cuesta andando, sigo caminando hasta pararme frente al bar «Las Meninas» de la calle Sol. Ni con esas, para nada se nota sensación de inclinación.
¿Y si saco una foto apoyando la cámara en la barandilla de la parte de abajo de la cuesta? Ahà está, aquà sà que se aprecia la verdadera magnitud de la cuesta y el tremendo ángulo de la subida.
Mejor aún si metemos una moto por medio. Ya puede andar fino el piloto reduciendo la velocidad porque como los frenos digan basta se come la pared enterita.
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