Vamos a dar por concluida otra de las series que iban por capÃtulos, la dedicada a Sargentes de la Lora y sus pozos petrolÃferos. Atención, pregunta. ¿Cuando tienes algo asà qué es lo que hay que montar sà o sÃ? Eeeefectivamente, un centro de interpretación o un museo referente al tema, asà que aquà está, el museo del petróleo con su cartel hecho de mi querido hierro oxidado.
El edificio es tan moderno, tan minimalista, tan limpito que no pega para nada con el resto del pueblo, en el que el paso de los años y las escasas posibilidades pecuniarias han ido dejando un reguero de ruinas, abandono, casas viejas y paredes sin pintar.
Fuera destaca un «caballito», las máquinas usadas para extraer el petróleo del subsuelo. Lástima que no gire porque entonces ya serÃa la releche.
¿Porqué sé que a estos elementos les llaman «caballitos»? Uno, que no sólo lee sino que además fotografÃa todo cuando cartel se cruza por mi camino.
Mira que nunca me suelo perder un museo de éstos, paso a echar una ojeada que siempre se aprende algo y además la entrada cuesta poquito, pero esta vez entre que hacÃa un solete de pelÃcula tras tantos dÃas de lluvia, que querÃa seguir aprovechando la tarde para sacar más fotos y que lo que vi por las cristaleras no me hizo mucho tilÃn, me salté la visita a la torera y lo dejamos para la próxima vez que me pase por este pueblo.
Si os soy sincero lo que más me llamó la atención fue algo que parecÃa un cuadro con un manchurrón de petróleo. Ay, cuántos recuerdos del Marco vigués volvieron a mi cabeza en la contemplación de tan excelsa obra.
De camino al coche para reemprender camino tuve una epifanÃa en la que se me indicó que deberÃa ir pidiendo cita al oculista. Junto a una pared veo un algo que me parece una placa de mármol sobre una base de piedra rosada. Coooño, ¿qué pintará una placa ahÃ? ¿Le habrán dedicado esa pared a alguien? Voy a ver.
Voy a ver, sÃ… voy a ver si me reviso la vista, que me va haciendo falta. Una placa de mármol sobre un base de piedra rosada, ni más ni menos, entre las dioptrÃas y la imaginación menudo chasco me llevé al ver ésto.