Siendo sinceros, la catedral de Santander resulta excesivamente simplona y vulgar. Bastante baja, muy cuadradota, sin campanario como dios manda. En cambio hacia el interior de la ciudad hay otra con un campanario picudo mucho más llamativo.
Se trata de la denominada «Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Santander», aunque con ese nombre normal que se conozca como la iglesia de los Jesuitas a secas. Fue construida en 1890 y está en pleno centro aunque algo «encallejonada» como se puede ver en la foto anterior. Saliendo de la plaza Porticada hacia el Mercado del este encontramos esa calle que sube. Cincuenta metros más arriba está la iglesia con su campanario, su escalinata y su estatua de Jesucristo a la puerta.
Al ser plana la fachada no pensé que tuviera planta en cruz como suelen ser las iglesias, algo que con el Google Maps se puede comprobar perfectamente. Tampoco es que tenga muchos elementos destacables. Lo más interesante, la estatua de delante que por tamaño y cantidad de filigranas ya debió dar trabajo y salir por una pasta. Fue diseñada por el arquitecto Javier González de Riancho (autor también del Hotel Real o de El Promontorio), esculpida por Castellanos e inagurada en 1912.
Claro que por aquellos entonces daba igual que diera mucho o poco trabajo porque no hacÃa falta aflojar el bolsillo, pillaban por banda a algun/a benefactor/a y hala, a sus expensas que si eso ya verá la recompensa en el otro mundo.