Estos dÃas estoy resfriado y con el moco colgando, cosas de que cuando El De Arriba me ve salir con los perros manda habitualmente una nube cargadita de lluvia y no gano para mojaduras, asà que viendo el cielo plomizo y lluvioso echo de menos aquellos dÃas de veranillo o pre-veranillo donde el sol lo alegraba todo, donde el calorcito acompañaba a los eventos como el mercadillo marinero que se monta los mismos dias que los Baños de Ola santanderinos.
Pasaba uno el rato haciendo la fotosintesis a la vez que visitando puestos, observando todo tipo de productos variados generalmente artesanales.
Y como no, mis favoritos, los puestos de comida en que descubres un montón de cosas distintas con una pinta impresionante: empanadas, pasteles, bizcochos. Ay, qué mal se vive…