Museo del hombre y el mar

Santander tiene un aventurero particular. Se llama Vital Alsar y su entretenimiento favorito parecía ser cruzar mares y océanos en una balsa. Primero intentó llegar de Ecuador a Australia y fracasó por la vía del naufragio. Repitió viaje con éxito unos años después y su número favorito debe ser el tres porque lo intentó una tercera vez, tres años después y con tres balsas que llegaron a su destino. En 1980 cambió balsas por galeones e hizo el recorrido México-España-México de nuevo.

Estos galeones y una balsa fueron donados por Vital Alsar a la ciudad de Santander, y desde 1995 están en la península de la Magdalena al lado de las focas y los pinguinos para disfrute del personal.
Carabelas I
Pedazo galeones…
Carabelas II
…y pedazo balsa, menos mal que está prohibido subirse encima porque si no a día de hoy me apuesto lo que queráis a que sólo quedarían restos. Los troncos más grandes y poco más.
Balsa
Una placa junto a la base de la balsa explica que se construyó en 1970 y sirvió para que Vital Alsar junto a cuatro tripulantes cruzara el pacífico durante 161 días.
Placa de la balsa
Delante de los galeones hay una estatua de una sirena. Como sobre ésta no hacen ninguna advertencia, no hay día que no vea niños y no tan niños subidos a ella para sacarse una foto. Milagro que aún esté enterita. Requetesobada, sí, pero enterita.
Mascarón de sirena
Deben gustarle las sirenas al que hizo el museo, porque uno de los galeones tiene otra a modo de adorno. Se la ve tocando la guitarra y cantando a ver si pilla por banda al Ulises de turno. Qué seria y formal parece, cuesta creer que canten con la idea de atraer marinos para comérselos.
Sirenita
Otra placa hace referencia a que en un cajón están guardadas las firmas de los niños que hicieron posible la recuperación del sueño. Interesante, cuando lo habitual suele ser lo contario, que cuando hay niños por medio cueste mucho más conciliar el sueño. Si son pequeños porque lloran, si crecen porque montan escándalo y una vez son mayorcitos no duermes porque quieren irse de fiesta. ¡Viva la valeriana!
Cajón de firmas
En realidad el Museo del hombre y el mar se compone de un par de elementos más, pero como siempre, sacar fotos sin orden ni concierto hace que los haya mostrado hace casi un año. Se trata de la cápsula de salvamento amarilla con la que se pasaron 267 días viajando por el mar a modo de investigación de la supervivencia de los náufragos y el monumento de las piedras a la ciudad de Torquay. Si os interesa verlo, aquí está la entrada correspondiente.

Además en el centro de Santander hay un monumento dedicado a Vital Alsar, en una esquina de la rotonda del banderolo de Puertochico. Supongo que representa la proa de algo, pero también podría ser un saxofón. Y es que con estas cosas a veces no sabes a qué atenerte.
Monumento a Vital Alsar

Monumento a Vital Alsar II

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