Vaya donde vaya, en cuanto aparece un escaparate con artÃculos comestibles allá me voy directo a echar una ojeada que siempre se aprende algo y de cuando en cuando incluso se catan lambonadas bien ricas. Primera pastelerÃa que vi en San Juan de Luz, primer escaparate al que me pegué para comprobar si los dulces franceses son igual de atractivos que los españoles o si acaso habÃa por allà algo tÃpico del lugar.
TÃpico no sé, pero esas tartas de nata y profiteroles tienen pinta de ser una verdadera bomba de calorÃas. O la de merengue tostado. O la de grosellas. Madre mÃa, no puedo salir de casa, que veo esto y se me cae la baba…