Nos vamos de cementerios (III)

Vamos a por una tercera y última entrada sobre el cementerio de Ciriego santanderino. A pesar de haber bastantes cosas más que ver, lo dejaremos aquí porque aún quedan otros cementerios que visitar y si me pongo a mostrar tumba tras tumba seguro que el personal se me acaba asustando, las madres no dejan que sus niños visiten el blog y causo pesadillas a los abueletes.

No todo el cementerio de Ciriego está igual de bien conservado ni las sepulturas son tan lujosas o monumentales como vimos en entradas anteriores. Por la parte central había varias parcelas bastante descuidadas. Véase un ejemplo:
Tumbas ruinosas I
Tumbas dispersas, no se corta la hierba, algunas de ellas ¡hasta estaban abiertas!
Tumbas ruinosas II
Cruces de madera con las letras caídas, aspecto descuidado, más tumbas abiertas llenas de hierba…
Tumbas ruinosas III
En otro lado los sepulcros parecían a merced de la marea, cada uno dando bandazos hacia un lado distinto.
Tumbas perdiendo el nivel
Hay que ir con los ojos bien abiertos, porque nunca sabes donde vas a encontrar algo curioso como un cristo sin cruz clavado sólo de una mano. Ni es reglamentario, ni me pareció elegante, pero estas cosas artísticas ya se sabe como son.
Cristo colgado de una mano
Se ven algunos detalles diferentes, como esta cúpula de colorines que destaca entre la sobriedad de los otros panteones que la rodean.
Panteón con cúpula colorida
Otros se quedan en un «casi». A este panteón le pusieron el lateral de azulejos, que «casi» queda bien. Por un pelo no lo incluyo en la recopilación de superficies azulejadas horripilantes.
Panteón con azulejos
En una de las calles encontramos media docena de tumbas alineadas, con una cruz distinta de las típicas en la que figura la inscripción «Escalante».
Tumbas de los Escalante
Apellido famoso en Santander, no en vano Amos de Escalante es un conocido escritor al que le han dedicado la calle que pasa justo delante del ayuntamiento. Aquí descansa en tumba compartida con su mujer y otro familiar más.
Tumba de Amos de Escalante
La última reseña se queda para esta tumba doble. Pero no para la parte de abajo…
La tumba de los buhos
…sino para la base de la cruz. ¡Un tropel de buhos! Aquí la oración sería «Cuatro esquinitas tiene mi tumba, cuatro buhitos me la guardan». Cosa más curiosa ver tantos juntos, ya me gustaría saber si es por alguna razón en especial o porque eran los animales favoritos del difunto. Si lo hago yo, con lo que me gustan todos los bichos casi mejor que me entierren en el arca de Noe.
Los buhos de la tumba

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