Tras subir en el teleférico y emprender la marcha hacia Cabaña Verónica, en un prado que queda a mano izquierda vi que debe ser costumbre utilizarlo para situar piedras formando letras, palabras o sÃmbolos. Si alguien duda que los seres humanos tenemos necesidad de comunicarnos, ahà está la verificación empÃrica.
Nombres, la palabra Málaga, simbolitos y mensajes tan curiosos como este: Carmen se siente feliz. Pues mira, me alegro, yo también estaba muy feliz ese dÃa. Luego vino lo de subir, subir, subir más, cansarme un montón, sudar la gota gorda y bueno, ya no tan feliz.
No es esta una costumbre en exclusiva de los Picos de Europa. Hace un par de años lo vi en otro lugar: en la playa principal de Niza, que estéticamente será preciosa pero menudos pedruscos tenÃa en vez de arena.
Vean ustedes cómo está claro que por aquà ha pasado un profesional del lenguaje…
Palabras, frases, sÃmbolos, uans piedras coloradas por ahà por medio que no sé si querÃan decir algo en especial, etc. En una esquina la toallita doblada con un plato encima y el que quiera contribuir, que contribuya asà me paso unas buenas vacaciones en Niza a coste cero. Si señor, eso es tener mentalidad emprendedora hasta para el ocio.
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