Si, ya sé qué resulta un poco raro poner una entrada con un belén navideño en pleno mes de junio, pero nadie dijo que este blog tuviera que ser de temporada asà que rebuscando en el almacén de fotos aparecieron éstas dos y ahà van. Se podÃa ver en Santillana del Mar, justo en la entrada del casco histórico y era a lo grande, tamaño natural, con el pesebre dentro coronado por un angelote de las mismas dimensiones encima, que ya es arriesgar porque si en diciembre viene una ventolera, con esas alas extendidas puede pasar como al principe Carlos de Inglaterra cuando se pone a contraviento, que la fuerza del vendaval se lo lleve treinta kilómetros más allá.
No sé si para establecer el belén aprovecharon un antiguo gallinero o es que la tela metálica hexagonal estaba de oferta, el caso es que el pesebre estaba bien protegido para que no se escaparan las ovejitas ni las calabazas si se deja caer por el pueblo Cenicienta de vacaciones y necesita ir a otro baile con urgencia.