En Zamora tienen un pueblo llamado Quintanilla de Urz, curioso nombre que siempre me sorprendÃa cada vez que pasábamos delante mientras Ãbamos de ruta por la A-52. Al sur de Cantabria hay otro pueblo con un nombre similar, se llama «Quintanilla de An». Allà me paré a ver qué tenÃa y en principio no prometÃa gran cosa, con sus escasas casas (toma una cacofonÃa de libro) y sus once habitantes según el INE. Se divisa una iglesia unos metros más arriba. Ya que estoy aquà voy a echarle una ojeada.
Nada del otro jueves. Iglesia bajita, cerrada como todas… ¿y eso que asoma por la izquierda?
Anda, mira, otra iglesia rupestre. Hecha aprovechando un hueco en la piedra, pusieron unas piedras, una puerta, unas rejas y ya tenemos iglesia finiquitada a falta de santo al cual dedicársela.
Lo mismo por el otro lado: agujero + piedras + reja = ventana. Y tira millas, que asà se construye bien rapidito.
El interior un poco vacÃo. No vi nada que me hiciera suponer un uso habitual. Aunque viendo su ubicación me imagino que debe ser algo húmeda asà que si dependiera de mi almacenarÃa todo lo de dentro en otro lugar más seco y menos propenso al moho.
Asà se ve la parte trasera de la iglesia. Dos campanas y una escalera, os podéis ir imaginando hacia donde encaminé mis pasos para ver si podÃa hacer unas prácticas de Quasimodo.
Pues no sé, pero me da la impresión que me leyeron el pensamiento porque aquà está el cartelito que habÃa pegado a una de las campanas. Cachisssss… con la ilusión que me hacÃa.