Si estas cosas las veo venir de lejos, ya sabÃa yo que me lo iba a pasar bien en el Museo de Arte Contemporáneo de Santander… prometÃa lo suyo el cartel, de modo que mientras la parienta no recuerdo qué hacÃa por el centro, le hice un requiebro y allá me fui. No me decepcionó en absoluto y las sorpresas empezaban ya a las puertas. En una esquina veo un revoltijo de tuberÃas de PVC como las usadas en los cuartos de baño. Vaya, debió pasar por aquà un fontanero a reparar cualquier cosa e hizo como hacen en todas las obras, dejar arrumbado por alguna esquina los restos de material y no volver a por ellos. Si es que son iguales en todos lados…
Además el jodÃo fontanero los dejó haciendo equilibrios entre dos paredes… coño… si ahà abajo a la izquierda hay una especie de placa… ¿quieres ver qué…?
Pues sÃ, oiga, una nueva muestra de mi lerdismo artÃstico, resulta que esto es una «hobra de harte». Se ve que al no visitar ya mi querido Museo de Arte Contemporáneo de Vigo he perdido un poco la capacidad para detectarlas al primer golpe de vista.
Subo las escaleras de la entrada. En el edificio de enfrente hay un montón de lonas desplegadas, que forman parte de la obra «Indignadas». Quien quiera saber más sobre ella, en este enlace tiene toda la información necesaria.
Una vez hollé con mi pie el interior del museo, que por suerte es gratuita la entrada, me dieron un folleto sobre lo que se podrÃa ver. Una de las exposiciones iba sobre el mar, sobre las olas, fue a la primera que me encaminé porque es un tema que por lo menos suele quedar resultón y llamativo. Doce fotos de olas. Una ola. Dos olas. Tres olas… y asà hasta la ola número doce. Cada una de ellas fue sacada en una costa diferente. Será muy novedoso y muy ocurrente, pero a la quinta ola similar ya me entraban unas ganas de bostezar que no eran normales. Ah, y en el suelo una proyección… de olas. Está visto que me tengo que repensar aquella querencia tan mÃa de sacarle fotos a los cementerios por la noche, igual pido una ayudita para empaquetarlo como asunto artÃstico y me dan unos dinerillos que nunca vienen mal. Quien sabe…
El museo tiene una planta baja y dos hacia arriba. El resto de la planta baja consistÃa en una exposición de cuadros de autores diversos, desde Miquel Barceló a un Tapies. Cuadros grandotes y de temática diversa. Alguna escultura y al llegar casi al fondo, anda… un fragmento de la pared de una casa, con sus azulejos por un lado y el papel pintado por el otro. Curioso. Lo miraba y remiraba para ver qué tenÃa de especial sin darme cuenta hasta que me fijé en los bordes de las paredes, que estaban hechos como de vÃsceras, como el interior de un ser humano. Hay que ver las ocurrencias que tiene la gente. Tengo que echarle una ojeada a mi casa, a ver si es normal o también de tripas…
Esto en cuanto a la planta baja, en breve pasaremos a la primera, con bastante más miga que comentar.