No, que va, no es que me haya dado el arrebato mÃstico y vaya a opositar a santo a estas alturas de la vida, mientras siga igual de hereje y haciendo de la gula mi santo y seña creo que iba a estar algo complicado. Eso no quita que me llame la atención lo relacionado con ermitas y demás, asà que tras haber leÃdo unas cuantas cosas en internet me fui al Sardinero para fotografiar las huellas de San Roque por los alrededores. No del santo en sÃ, sino de una ermita que levantaron en su honor allá por 1870. En un foro de internet encontré esta foto, donde sale la pequeña ermita blanca en el paseo que da a la playa. En primer plano está la Plaza del Pañuelo, que posteriormente el tÃo Paco renombrarÃa como Plaza de Italia en honor a los combatientes italianos de la guerra civil.
Evidentemente los de Santander ya notarán que a dÃa de hoy no hay ni ermita, ni nada que se le parezca. Es cierto, la demolieron en 1936 pero aún queda una huella. Seguro que pocos saben que en una explanada frente al hotel Silken Rio permanece la silueta de la ermita enmarcada en el suelo. Como una imagen vale más que mil palabras, señores, señoras, con ustedes la la explanada y la huella de la ermita.
En conmemoración lo que sà hay es un monumento dedicado a San Roque con su perro, el afamado can que no tiene rabo porque Ramón RamÃrez se lo ha cortado.
Véase en detalle. El santo no es que esté luciendo pinrel a ver si para algún automovilista y se anima a llevarlo, es que se suele representar vestido de peregrino con una herida en la pierna. Según la información de Wikisantos, el perro que le acompaña se llama Melampo. La leche, qué gran hito ha sido internet para la cultura general del populacho que en un pispás hasta me puedo enterar del nombre del perro de San Roque. Impresionante. Fascinante. Me quedo sin palabras.
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