Visitando el MMC

Uno de esos días que la parienta estaba cansada y le apetecía quedar en casa a rascar la barriga, ocupación a la que le dedico la mayor parte de mi tiempo, opté por coger los bártulos e irme a visitar el Museo Marítimo del Cantábrico, o MMC para abreviar. Al llegar, la típica desgracia de siempre: no dejan sacar fotos más que a los acuarios y sin flash. Pues nada, ya que no dejan dentro, habrá que retratar el edificio desde fuera bien retratado por un lado, por el otro y por el centro.
Edificio del MMC I

Edificio del MMC III

Edificio del MMC II
Ya podían abrir un poco la mano con lo de las fotos, que la entrada no es precisamente barata (ocho euros) y por sacar unas fotos no le vamos a robar el alma a los bichos disecados que exponen. Si al final, buscando en internet encuentras fotos del interior por todos lados y hasta en la Wikipedia tienen fotos de los famosos esqueletos de ballena de la entrada.
Entrada al MMC
El museo está dividido en varias plantas. En la que entras puedes ver ese enorme esqueleto de ballena junto a otros algo más pequeños. Un montón de exposiciones con asuntos de biología y bicherío diverso entre los que destaca la sardina de dos cabezas encontrada en 1913, algo que con lo de Fukushima ha perdido valor porque sólo es cuestión de tiempo que empiecen a aparecer peces con tres ojos, pulpos con quince tentáculos y camarones con dos colas.

La planta primera y la segunda está dedicada a otros temas del mar, la pesca, batallas marítimas y maquetas de barcos. Arriba de todo hay un restaurante y una terraza desde la que divisar un buen panorama de los alrededores. Y en el sótano están los acuarios. Hay un montón de tamaño relativamente pequeño incrustados en las paredes.
Acuarios del MMC I
Ya que aquí se podían hacer fotos, pues nada, a desquitarme con los pececitos.
Acuarios del MMC II
La estrella de los acuarios es uno tamaño gigante, debe tener unos cinco metros de alto y quince de diámetro, tiene incluso gradas desde donde ver cómo un buzo nada entre los tiburones y alimenta al resto de peces.
Acuarios del MMC III
Por ahí por el medio está, rodeado de un montón de pececitos hambrientos con ganas de bocata.
Acuarios del MMC IV
Ampliando un poquito se le distingue mejor. Menos mal que los tiburones deben comer mejor y un rato antes, si no a ver quien es el guapo que se pone a discutir con ellos o les lleva la contraria.
Acuarios del MMC V
Aquí se ven peces de tamaño grande, pero no exagerado. Además de los tiburones flotaban por allí dos o tres de un tamaño bestial, unos cacho bichos de un metro de largo. Como lo mío es fijación, cuando los veía pasar lo primero que me venía la cabeza era calcular para cuántas raciones darían hechos al horno. Qué le vamos a hacer si uno va para tripero mayor del reino.

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