Yo a lo mío: turismo y papeos

Domingo, qué buen día para una visita al Puerto de Lunada a ver cómo estaba de nevado y quedarse a papear por la zona. Subiendo al Puerto el panorama es impresionante, estas montañas algo tienen que las ves increíbles por todos lados. En San Roque de Riomiera, al principio de la subida, vimos un cartel según el cual el puerto estaba cerrado. Cosa rara porque nieve se veía poca.

Y poca había, pero en varios puntos invadía la calzada cerrando el paso a los coches.

Unas veces poca nieve como arriba, en otros tramos bastante más. Seguramente si hubieran pasado varias veces una quitanieves ya estaría abierto.

Mejor ejemplo para que veáis la cantidad de nieve en un tramo creo que no hay.

La señal, casi hundida bajo la nieve. Se podía pasar andando por el bordillo izquierdo, con cuidado que a continuación venía el barranco. Mis dos perros más contentos que un cuco, saltaban, corrían, les daba igual ir por lo negro, por lo amarillento o por lo blanco. Si es que son mucho más aventureros que yo, como los dejes exploran el Puerto de Lunada enterito en una mañana.

Y a continuación, papeo. Tenía pendiente dar cuenta de una oferta en La Vieja Escuela que habían sacado los de Oferplan, un cocido montañés con tortos, que no los conocía pero resultaron ser una especie de pan con forma de galleta grande, calentito, crujiente, con su aceitillo estaba de miedo. Dos platazos como éste nos comimos cada uno.

Y como lo anterior era de dieta, una tarta de castañas y otra de sobaos pasiegos para ayudar a bajarlo.

Muchos días como éste para todos y nos olvídamos de la crisis, del paro y hasta de lo inútiles que son los políticos.