Tengo que reconocer que cuando vi en Torrelavega la estatua de Teodoro Calderón, realmente iba buscando otra situada delante de la estación de Feve. Con lo que no contaba es con encontrar la una delante de la otra. Por ser más pequeña asà como desconocido su autor salió aquà antes la de Teodoro Calderón, pero lo que iba buscando era esta efigie de Cervantes.
Me llamaba la atención porque en todos los viajes que he hecho nunca habÃa visto una dedicada al escritor. «¡Pero si tú has pasado por Madrid y por Toledo!» podrá decirme alguno. Pues si. Cuando fui a Madrid estuve justo delante del monumento, tengo varias fotos, pero me habÃa levantado de madrugada para ir allá, sobre media tarde llevaba encima el tute de tantas horas, bastantes kilómetros en los pies debido a mi desmedida aficion por callejear y creedme cuando os digo que no almaceno en las neuronas recuerdo alguno del momento en que fotografié a Don Quijote y a Sancho Panza.
En Toledo hay otra estatua cerca de la plaza Zocodover. Ya relaté por dónde habÃa pasado inmediatamente antes de llegar a esa plaza haciendo eses. Os imagináis los motivos por los que tampoco almaceno recuerdo alguno de mi paso por la plaza toledana ni por el monumento.
Asà que aprendida la lección, por Torrelavega pasé bien dormido, sobrio y de buena mañana para poder observar con cuidado e interés la estatua dedicada al autor del Quijote. Lo representan sentado, pluma en mano y con una torre de libros a su derecha. Esa corona de flores secas probablemente sea porque a finales de abril se conmemora el aniversario de su muerte y las fotos las saqué a primeros de mayo.
En la placa del pedestal figura que la obra fue regalada a la ciudad de Torrelavega por la «Fundación Cervantina de México». Anda, mira qué casualidad, los mismos que le regalaron a Santander la estatua del mosquito gigante… estoooo… digo de Don Quijote…