No a las de Feve ni a las de la Renfe, si no a las locomotoras castañeras que habÃa repartidas por la ciudad. Llegado el otoño las ponen en puntos estratégicos para que el personal pueda disfrutar unas castañas calentitas, y la venida de la primavera marca el momento para irlas retirando porque con veinte graditos fuera, lo del cucurucho de castañas hirviendo dudo que tenga mucho éxito. Esta en concreto estaba al lado de la Plaza Porticada y ayer al pasar por allà creo recordar que ya no la vi.