Señores, señoras, vengo aquà a certificar la defunción del coche-cebra obra de Okuda del que habÃa hablado en esta entrada y que se encontraba en las paredes de un pub colidante a la entrada del túnel de Tetuán. No sé pa qué me enrollo tanto, si acabo mucho antes poniendo la foto del mural y al final es lo que quiere ver la gente.
Estaba aprovechando una de esas tardes de calorcito que tenemos últimamente para sacar fotos allà cerca. Luego me fui hacia la calle Tetuán y me llevé una tremenda sorpresa al descubrir el cambio de color en la pared exterior, el cambio de actividad del local, la reforma del bajo donde ahora está un restaurante llamado «BellaSombra» y el adiós definitivo de la obra de arte. Son las cosas del progreso que no perdona. Adiós coche cebra, bienvenido sea el papeo.
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