AllÃ, al final del muelle de Suances está este invento que siempre me llamó la atención. Una pequeña pasarela de madera conduce hasta dos paredes curvilÃneas de pequeños azulejos en tonos azules. ¿Será una obra de arte? ¿Será un meadero de diseño? A lo mejor incluso es un mirador desde el que poder divisar el mar, porque vamos, a estas alturas de la vida ya me lo creo todo.
Como curiosidad, en lo alto de aquella punta que se ve al fondo a la izquierda está el faro de Suances. Un rato después allà estábamos retratando este monumento desde lo lejos. Vamos, venimos, a un lado, al otro, al final parecemos un rabo de lagartija que nunca para quieto.
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