Este año están felices en la estación de montaña de Alto Campoo. Invierno de bastante nieve, muchos dÃas de esquÃ, eso debe significar mucha caja que al final es lo que cuenta para una empresa. La primera vez que pasé por allà no encontré ni gota de nieve. Bastante niebla, montañas, fresquito pero lo único blanco a la vista eran las lÃneas del suelo. Son las cosas de anticiparse e ir en octubre cuando salvo milagro no ha caido ni el primer copo.
Las taquillas, las tiendas de alquiler de material, todo cerrado. Normal, si los únicos que andábamos por allà éramos yo, la parienta, los perros (que de momento no esquÃan) y un coche con otra pareja que parecÃan igual de desubicados.
De aquà salen los telesillas. Estaban parados, evidentemente. Hace años fui a Panticosa en agosto y sà los tenÃan en funcionamiento. Te llevaban a lo alto de un monte, dabas unas vuelta por la zona viendo ibones y bajabas otra vez. Pagabas con gusto el importe del telesilla porque te libraba del esfuerzo de la subida y podÃas disfrutar mucho más las andanzas en lo alto. Se ve que aquà no hay costumbre de hacer lo mismo, aunque alguna ruta sà que hay.
Esto creo que son unos apartamentos. La sensación era que allà no habÃa nadie o bien todo eran abuelas espiándonos sigilosamente escondidas tras las cortinas, porque ni se veÃa gente, ni coches, ni movimiento.
Y ésto es un riachuelo que nace allà mismo, al pie del aparcamiento de la estación de esquÃ. Con el tiempo ha ido horadando el suelo y ya está un par de metros por debajo del prado. Esta foto la saqué por sacar, porque de paso que andábamos por allà voy retratando todo lo que me ocurre.
Como ya he comentado alguna vez, lo mÃo es curiosidad pura. De las cosas que voy viendo busco información una vez en casa simplemente por aprender. Me preguntaba qué rÃo serÃa este. Busco en el Google Maps y parece ser el rÃo Hijar. Voy siguiendo su curso y se une al rÃo Ebro en Reinosa. Me voy a la wikipedia y confirmado, pero sorpresón… ¡¡¡es el padre del Ebro!!! Tiene una parte subterránea que reaparece en Fontibre y esa reaparición es lo que se conoce como rÃo Ebro. Se demostró que era asà en 1987 cuando técnicos del Instituto Geológico y Minero vertieron fluoresceÃna (un colorante) en el HÃjar y apareció pintado el Ebro en Fontibre. Vaya, vaya, lo que aprende uno de una vulgar foto.
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