Arte en Sobrellano

La última vez que fui a Comillas acabé medio mosca al intentar visitar el Palacio de Sobrellano y ver que no dejaban sacar fotos. Por suerte sí que dejan fotografiar los jardines porque allí hay tema del que me gusta, las obras de arte artísticas que te dejan anonadado, acongojado y con los congojes a la altura de la garganta. Por ejemplo, el huevo de asiento. Sin palabras…

Unos pasos mas allá se halla una alegoría de la galaxia, con tres agujeros blancos que comunican con la parte buena del más allá. Esto no lo pone en ningún en lado pero se aprecia claramente tan pronto te sitúas frente a la estatua (o escultura).

Continuamos con la papiroflexia y el hierro unidos en una sola obra. Una docena de pliegues más y estará acabada la pajarita.

Por último, la crónica del desamor, el elemento escultórico marrón intenta abrazar al elemento escultórico blanco pero éste o esta se halla en otro lado, dando a entender un distanciamiento entre ambos. La rigidez del elemento marrón denota una cierta culpabilidad así que, como diría mi madre, algo le habrás hecho para que se aleje.

Me apunto en la agenda pasar por aquí la próxima vez que vaya a Comillas a ver si se han amigado de nuevo o los puntos que les desunían han podido con la relación escultórica.

Deja una respuesta


Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.Más información sobre las cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies