Tras mostrar el de Llanes, retrocedemos en el tiempo a una visita a Madrid para mostrar otro de los toros que retraté camino de la capital. Este se encuentra en un pueblo llamado Cogollos, en el kilómetro 223 de la A-1. Viéndolo a lo lejos pasa uno inmediatamente al modo abandonar la autovÃa, buscar un arcén, sacar foto, cagarse en los cables que siempre andan por medio.
VerÃdico, parecen puestos adrede a mala leche pensando en ya verás la cara que se le queda al memo ese del blog cuando venga a retratar el toro y se encuentre la vista llena de cables por todos lados. Por si fuera poco, a ambos lados han puesto los trastos esos para afear aún más si cabe la estampa.
Bajando un poquito más hacia el pueblo mejora la cosa, pero empeora la vista. Qué le vamos a hacer, quedémonos con lo positivo, con cables o sin ellos ya tengo otro en el bote.
Por cierto, viendo como está el panorama polÃtico actual con tanto chanchullo, sobresueldo en «B» y cuenta en Suiza creo que están pensando en cambiar el logotipo de los toros por otro mucho más adecuado a la idiosincrasia del paÃs.