Bendita S-30

Cantabria en general está bastante bien comunicada. Es una comunidad autónoma con forma alargada, las principales ciudades o pueblos están cerca de la costa y las une la autovía A-8 que viene de Asturias y continúa en dirección a Bilbao. Hacia el Sur también se sale por autovía A-67 y prácticamente en cuatro horas estás en Madrid.

Sin embargo, en el acceso a la ciudad de Santander había no un punto negro, sino negrísimo. Es el indicado por la flecha roja. Esa es la desviación hacia Torrelavega y Asturias, el Hipercor, un polígono industrial y en dirección al centro comercial del Carrefour, Decathlon, Media Markt, etc. Por ahí los viernes sobre todo se juntaba la gente que volvía de trabajar con los que se iban de fin de semana, los que iban de compras y alguno más. De la autovía de dos carriles se sale por un sólo carril con un curva cerradita así que se montaban unos follones de tráfico impresionantes con colas kilométricas. Había un proyecto de circunvalación (la S-30, indicada por la flecha verde), iniciada, parada por falta de presupuesto y cuando le preguntaba a la gente, me decían que ni idea de cuándo continuarían. Esas cosas que nunca acabas de entender, se tira el dinero en mil idioteces pero una circunvalación que se necesita a gritos se queda parada porque sí.

Por fin hace unos meses de golpe y porrazo rearrancaron las obras, la abrieron al tráfico y madre mía, qué gustazo, ahora circunvalas Santander a toda mecha, te libras de todos los atascos y el cruce donde antes se montaban los líos está habitualmente despejado. Fijaros lo que decían en «El Diario Montañés«, que la circunvalación ha quitado ¡¡¡EL 30%!!! del tráfico de acceso a la ciudad de una tacada.

Desde aquí, gracias al que haya decidido acabar las obras porque menudo alivio cuando toca pasar por ahí.