Callejeando por Barcenaciones

Hace un par de meses leí que a Barcenaciones le habían dado el premio como pueblo más bonito de Cantabria en 2012. Perfecto, eso hay que verlo. La neurona de obtención de información emite una petición a la neurona del Negociado de destinos, petición que una vez examinada, verificado que cumple con todas las normativas y obtenidas las tres firmas preceptivas para su aprobación, fue validada y transferida a la neurona de planificación. Esta pone la orden en cola de espera hasta que se dan las condiciones neurológicas, climáticas, estelares y zodiacales, a la vez que traslada a la neurona de Calidad los datos del procedimiento para guardar los registros correspondientes, algo que se hará de prisa y corriendo los dos últimos días antes de que pase la entidad certificadora a hacer la revisión anual, como suele ser costumbre. Por fin llega el día en que San Juan baja el dedo, me levanto por la mañana, me rasco el cocorote, la neurona espabila y suelta la idea… mmmm… coño, qué buen día para ir a Barcenaciones…

Recordar que todas estas neuronas son la misma, dado que soy un hombre y sólo tengo una, pero al ser español mis neuronas tienen interiorizada esa costumbre tan nuestra de que lo importante no es lo que hagas, sino tener un puesto rimbombante y muchos títulos porque aunque uno sea un inútil, aparentando un poco es fácil dar el pego (no hace falta dar nombres, baste ver la nómina de ministros y ex-ministros españoles para certificar la veracidad de mi afirmación).

Resumiendo, que un día me pasé por Barcenaciones. Primero una vuelta en coche, callejeando un poco para ver lo más general. Huy, si ya me he salido del pueblo… es que muy grande no es, todo sea dicho. Aparcamos en el centro, damos una vuelta andando, otra vuelta, otra más… y todo en media horita… casi mejor vamos a dejar las bromas aparte, que luego me van a coger manía y no me dejan volver. Como pueblo está bien, es pequeño, coqueto, está cuidadito, limpio, Se ven casitas bastante majas, como estas:

Aqui la iglesia, se puede subir casi al campanario y si os fijáis en la decoración que tiene en la parte superior ya sabéis en qué época pasé por allí.

Esta creo recordar que era la Quinta de San Antonio, bonita finca, preciosa casa, espero que tengan jardinero porque si no me parece que todos los ratos libres van a estar dedicados al mantenimiento del jardín.

Y poco más le vi. Como mucho un par de detallitos que quedarán para otra entrada. Nada llamativo, nada especialmente destacable salvo esta casa, que bastante hace con mantenerse en pie vista la inclinación de la pared izquierda o el abombamiento del tejado.

No os creáis que es cosa de la cámara, de la perspectiva o de sabe dios qué, nada de eso, alucinante ver lo contrahecha que estaba y cómo seguia enterita. Fijaros aquí más de cerca cómo la pared izquierda se inclina hacia fuera, la parte baja del tejado está abombada y se nota mucha diagonal donde debería haber horizontales o verticales. No sé si dormiría muy tranquilo ahí dentro, pero bueno, si a su dueño no le importa líbreme dios decirle lo que tiene que hacer.